¿Quién generó el problema en la frontera con Ecuador?
27 diciembre 2006
Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso
El presidente Uribe dio en el clavo: La guerrilla de las FARC quiere crear problemas entre Colombia y Ecuador.
El presidente Uribe dio en el clavo: La guerrilla de las FARC quiere crear problemas entre Colombia y Ecuador.
En el país, y parece que en Latinoamérica, los problemas se abordan a partir de los resultados y rara vez se busca la causa. Es cierto que Colombia y Ecuador hicieron un pacto para la erradicación manual de los cultivos en la frontera, que de paso sea dicho SON PROPIEDAD DE LAS FARC y custodiados por sus niños combatientes.
Este fin de semana, en su columna de El Espectador, Alfredo Molano publicó un diálogo entre la anterior Canciller y su homólogo ecuatoriano: Carolina Barco insiste: ‘el producto es inocuo’, y vuelve a replicar Parra Gil (canciller ecuatoriano en el momento): ‘No me importa, señora, no lo queremos’.
Es concluyente esta conversación, porque muestra la intención del Ecuador y el trasfondo de esta crisis. Es que resulta aterradora la respuesta del ecuatoriano: NO LE IMPORTA.
¿Cómo así? Sería bueno que los ecuatorianos decidieran si lo que les importa son las consecuencias del glifosato o si a su Gobierno, más que la salud de sus habitantes, le importa hacer alharaca para mantener contentas a las FARC y, de paso, intentar ganarse algunos dólares en un proceso que Ecuador adelanta contra Dyncorp en una corte de los Estados Unidos.
Pero como Ecuador ha centrado sus demandas en la aspersión aérea, sería importante que los vecinos se dieran por enterados de las situaciones que se dieron en torno a la erradicación manual, que es la otra opción para eliminar cultivos ilícitos: al comenzar a desarrollarse dicha estrategia en la frontera, las FARC sembraron matas de coca sobre enormes bombas con gran poder destructivo, similares a la última que explotó en La Macarena y que dejó varios policías y erradicadores muertos y en pedacitos.
Paralelamente, mientras por un lado las FARC amenazaban, por el otro se empeñaban a fondo en invadir la zona de frontera con 10 mil 400 hectáreas de coca, cuyo precio en el mercado internacional fue calculado en 1.9 millones de dólares.
Poco a poco se fue evidenciando que con la erradicación manual no sería posible acabar con los cultivos DE LAS FARC y mucho menos, detener el enorme problema de contaminación de las fuentes hídricas, como ocurre hoy en día gracias a los vertimientos de los laboratorios de las FARC ubicados en la rivera del río San Miguel, afluente que surte de agua a varias poblaciones ecuatorianas… pero claro, eso tampoco ni importa ni aporta a los intereses políticos de Quito.
Entonces, la decisión del Gobierno colombiano, ante el fracaso de la erradicación manual, y el enorme refuerzo financiero que las FARC estaban a punto de recibir gracias a esas 10 mil hectáreas, fue reanudar la aspersión aérea con Glifosato, incumpliendo el acuerdo pactado con Ecuador según el cual se esperarían los resultados de una investigación adelantada por un organismo internacional.
A la decisión de Uribe no solo ha respondido con reciedumbre el gobierno ecuatoriano, sino que las FARC, en su ya conocido discurso para desviar la atención, asegura que la fumigación es una cortina de humo para tapar el escándalo de la para-política, como si el grupo terrorista no tuviera bien alineados a varios medios de comunicación para hacer ruido ante cada nuevo avance del escándalo.
Además, si el Gobierno pretende arrojar una cortina de humo, ¿porqué anuncia, con bombos y platillos, la entrega de una importante partida para la creación de una comisión de investigadores que trabajarán en el proceso de la para-política?
Lo cierto es que Uribe dejó claro el problema de la frontera: " Este no es un problema con el Ecuador, ni con el pueblo ecuatoriano, ni con el Gobierno, es un problema con un terrorismo cobarde, sanguinario, que en esa zona de frontera se nutre con el narcotráfico”.
Mientras tanto en Ecuador, la futura Canciller anunció que tiene nuevos estudios que indican que el Glifosato causa malformaciones genéticas. Los estudios, que aún no se conocen, fueron elaborados por la universidad Católica y la universidad Central de Ecuador. Es más: el propio presidente ecuatoriano Alfredo Palacios, envió una carta a Uribe con los estudios de las dos universidades ecuatorianas.
Sería genial conocer los estudios más allá de lo que afirma la futura Canciller ecuatoriana, quien incluso habla de cientos de estudios que señalan problemas para la salud humana como consecuencia del Glifosato, estudios que a lo sumo son menores y que se enfrentan a una verdadera investigación, publicada el 31 de marzo de 2005, denominada “Estudio de los efectos del programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos mediante la aspersión aérea con el herbicida Glifosato (PECIG) y de los cultivos ilícitos en la salud humana y en el medio ambiente”.
Esa investigación, elaborado para la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), División de la Organización de los Estados Americanos (OEA), no ha sido revaluada y tanto la metodología como los resultados no han sido cuestionados por la comunidad científica internacional.
Si Ecuador va a mencionar estudios, que sean serios y reconocidos internacionalmente, que su metodología, hipótesis, pruebas de campo, etc., tengan un mínimo nivel científico y no unas cuantas ocurrencias que no permitan generalizar sobre los efectos del Glifosato, porque si el estudio de la CICAD tiene algunos problemas metodológicos, es difícil imaginar los vacíos de otras investigaciones que no tuvieron ni la décima parte de los recursos para su realización.
Entre tanto, con las supuestas investigaciones, algunos sectores ecuatorianos, "ante la hostilidad del gobierno colombiano", convocaron a no comprar productos colombianos, como café, licores, productos de aseo personal, galletas, chocolates, entre otros.
¿Tendremos que negarnos a comprar cobijas, ruanas y cuanta baratija ofrecen los ecuatorianos en las calles colombianas? ¿Será ese el nivel al que tendremos que llegar para desincentivar el apoyo ecuatoriano a las FARC?