La farucopolítica: otra vieja práctica en varias regiones de Colombia
05 diciembre 2006
Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso
1 de octubre de 2001. Grannobles hizo ir a la Zona de Distensión al alcalde de la ciudad de Arauca Jorge Cedeño. El cabecilla terrorista comentó “que lo había amenazado con matarlo si no iba. El Alcalde le hizo una descripción de lo que estaba pasando en Arauca y Grannobles lo orientó para que les entregara (a las FARC) parte de las regalías del petróleo y para que montara la maquinaria política con el fin de que el próximo alcalde de Arauca fuera de las FARC”.
A esa misma reunión fue citado el gobernador de Arauca Federico Gallardo. “Grannobles le comentó a uno de sus subalternos que teniendo al alcalde de Arauca y al Gobernador, no necesitaban robar sino coger los contratos”.
Además, en ese departamento se presentaba (todavía ocurre aunque con menor intensidad) un fuerte enfrentamiento entre las FARC y el ELN por el control territorial (que no es una cosa diferente a la disputa de las regalías) tanto que los políticos le encendían velas a unos y a otros: Entre enero y diciembre de 2001, Gallardo le dio cabida a 18 personas autorizadas y “recomendadas” por el ELN.
La información anterior reposa en varios documentos de la Fiscalía General de la Nación que en su momento estuvieron en poder de la Corte Suprema de Justicia.
La situación es resumida por Germán Castro Caicedo: “Lo que muestran las escenas es una alianza estratégica entre guerrilleros, narcotraficantes y políticos”.
Otro informe de la Fiscalía y el DAS indica que en la misma Zona de Distensión, Grannobles citaba a los políticos de las regiones que controlaban las FARC (Meta, Putumayo, Arauca) y les repetía el mismo discurso: “Nosotros le ponemos los votos y le financiamos la campaña, pero hermano, usted tiene que dejarnos morder las regalías del petróleo. Si no, se muere o se larga”… ¿Está claro?”
Otro documento de la Procuraduría señala que Alfredo Colmenares Chía, el primer gobernador elegido por voto popular en Arauca y quien en el año 1998 llegó al Congreso de la República como representante a la Cámara por Arauca, fue seleccionado y financiado por las FARC.
Colmenares Chía fue escogido por Grannobles y el Negro Acacio, quienes estaban buscando un político araucano importante con acceso al alto Gobierno. Colmenares Chía era considerado por las FARC como uno de los gamonales liberales de la región.
Después de una reunión con los dos cabecillas terroristas, el político se mostró complacido (¿intimidado, amenazado?) y aceptó la propuesta. Claro que Colmenares Chía pidió que las FARC lo apoyaran en su campaña y además solicitó una suma superior a los 200 millones de pesos.
Así mismo, en Arauca, las FARC y el ELN controlan el Instituto Departamental de Salud, Idesa, que les sirve para recaudar información sobre los habitantes del departamento.
Además, a través del Instituto se realizan contratos millonarios con farmacias y centros de salud. Parte de las farmacias son de personas cercanas a la guerrilla y algunos centros de salud están controlados por los terroristas.
Sin embargo, el saqueo del que ha sido víctima Arauca no se detuvo ahí. El Gobernador de Arauca en 1995, Gregorio González Cisneros, reconocido colaborador del terrorismo, inició la construcción de un dique en las márgenes del río Arauca.
Ese dique, dicen las investigaciones, fue construido con parte de las primeras regalías entregadas al departamento de Arauca. La intención, y el resultado, fue apropiarse de dichas regalías y si sobraba algún dinero, construir algo que intentara contener la creciente.
Total: se gastaron 10 mil millones de pesos en una obra monumental que solo funcionó hasta que llegó el primer invierno: en ese momento comenzó a deshacerse como una montaña de arena. Incluso, unos pocos años después, parte de la ciudad de Arauca se inundó porque el dique NUNCA funcionó.
Más adelante, en 2002, la administración departamental compró una draga que costó tres mil millones de pesos. Sin embargo, la máquina NUNCA apareció: se la dieron a las FARC y no se ha podido establecer su paradero.
¿Y en qué terminó todo esto? En poco. A José Gregorio González lo detuvieron por peculado y a Luis Alfredo Colmenares Chía, el DAS lo capturó junto con toda la cúpula de la gobernación y del municipio. El resultado: NINGUNO DE ELLOS PERMANECIÓ EN LA CÁRCEL.
Otro nexo interesante en Arauca y Meta es el ex senador Elias Matus Torres, quien fue detenido en Bogotá con varios miembros del ELN.
Matus Torres controlaba los votos en los dos departamentos y fue investigado por sus vínculos con el ELN. Finalmente el ex senador fue desterrado de la política, aunque su familia sigue controlando varios sectores administrativos en Arauca y Meta.
Y lo anterior es solo una mínima parte de lo que ocurrió en los años 90 y a principios del siglo XXI en una región del país que ha sido escenario de las escaladas terroristas más violentas por cuenta de las regalías.
Estos y otros datos sobre el tema en el libro Sin tregua de Germán Castro Caycedo, de Editorial Planeta.
1 de octubre de 2001. Grannobles hizo ir a la Zona de Distensión al alcalde de la ciudad de Arauca Jorge Cedeño. El cabecilla terrorista comentó “que lo había amenazado con matarlo si no iba. El Alcalde le hizo una descripción de lo que estaba pasando en Arauca y Grannobles lo orientó para que les entregara (a las FARC) parte de las regalías del petróleo y para que montara la maquinaria política con el fin de que el próximo alcalde de Arauca fuera de las FARC”.
A esa misma reunión fue citado el gobernador de Arauca Federico Gallardo. “Grannobles le comentó a uno de sus subalternos que teniendo al alcalde de Arauca y al Gobernador, no necesitaban robar sino coger los contratos”.
Además, en ese departamento se presentaba (todavía ocurre aunque con menor intensidad) un fuerte enfrentamiento entre las FARC y el ELN por el control territorial (que no es una cosa diferente a la disputa de las regalías) tanto que los políticos le encendían velas a unos y a otros: Entre enero y diciembre de 2001, Gallardo le dio cabida a 18 personas autorizadas y “recomendadas” por el ELN.
La información anterior reposa en varios documentos de la Fiscalía General de la Nación que en su momento estuvieron en poder de la Corte Suprema de Justicia.
La situación es resumida por Germán Castro Caicedo: “Lo que muestran las escenas es una alianza estratégica entre guerrilleros, narcotraficantes y políticos”.
Otro informe de la Fiscalía y el DAS indica que en la misma Zona de Distensión, Grannobles citaba a los políticos de las regiones que controlaban las FARC (Meta, Putumayo, Arauca) y les repetía el mismo discurso: “Nosotros le ponemos los votos y le financiamos la campaña, pero hermano, usted tiene que dejarnos morder las regalías del petróleo. Si no, se muere o se larga”… ¿Está claro?”
Otro documento de la Procuraduría señala que Alfredo Colmenares Chía, el primer gobernador elegido por voto popular en Arauca y quien en el año 1998 llegó al Congreso de la República como representante a la Cámara por Arauca, fue seleccionado y financiado por las FARC.
Colmenares Chía fue escogido por Grannobles y el Negro Acacio, quienes estaban buscando un político araucano importante con acceso al alto Gobierno. Colmenares Chía era considerado por las FARC como uno de los gamonales liberales de la región.
Después de una reunión con los dos cabecillas terroristas, el político se mostró complacido (¿intimidado, amenazado?) y aceptó la propuesta. Claro que Colmenares Chía pidió que las FARC lo apoyaran en su campaña y además solicitó una suma superior a los 200 millones de pesos.
Así mismo, en Arauca, las FARC y el ELN controlan el Instituto Departamental de Salud, Idesa, que les sirve para recaudar información sobre los habitantes del departamento.
Además, a través del Instituto se realizan contratos millonarios con farmacias y centros de salud. Parte de las farmacias son de personas cercanas a la guerrilla y algunos centros de salud están controlados por los terroristas.
Sin embargo, el saqueo del que ha sido víctima Arauca no se detuvo ahí. El Gobernador de Arauca en 1995, Gregorio González Cisneros, reconocido colaborador del terrorismo, inició la construcción de un dique en las márgenes del río Arauca.
Ese dique, dicen las investigaciones, fue construido con parte de las primeras regalías entregadas al departamento de Arauca. La intención, y el resultado, fue apropiarse de dichas regalías y si sobraba algún dinero, construir algo que intentara contener la creciente.
Total: se gastaron 10 mil millones de pesos en una obra monumental que solo funcionó hasta que llegó el primer invierno: en ese momento comenzó a deshacerse como una montaña de arena. Incluso, unos pocos años después, parte de la ciudad de Arauca se inundó porque el dique NUNCA funcionó.
Más adelante, en 2002, la administración departamental compró una draga que costó tres mil millones de pesos. Sin embargo, la máquina NUNCA apareció: se la dieron a las FARC y no se ha podido establecer su paradero.
¿Y en qué terminó todo esto? En poco. A José Gregorio González lo detuvieron por peculado y a Luis Alfredo Colmenares Chía, el DAS lo capturó junto con toda la cúpula de la gobernación y del municipio. El resultado: NINGUNO DE ELLOS PERMANECIÓ EN LA CÁRCEL.
Otro nexo interesante en Arauca y Meta es el ex senador Elias Matus Torres, quien fue detenido en Bogotá con varios miembros del ELN.
Matus Torres controlaba los votos en los dos departamentos y fue investigado por sus vínculos con el ELN. Finalmente el ex senador fue desterrado de la política, aunque su familia sigue controlando varios sectores administrativos en Arauca y Meta.
Y lo anterior es solo una mínima parte de lo que ocurrió en los años 90 y a principios del siglo XXI en una región del país que ha sido escenario de las escaladas terroristas más violentas por cuenta de las regalías.
Estos y otros datos sobre el tema en el libro Sin tregua de Germán Castro Caycedo, de Editorial Planeta.
Hay cosas que no son ciertas, por ejemplo el dique lo construyo gregorio cisneros cuando fue alcalde del municipio de arauca, por alla en 1990 y el dique todavia funciona, arauca nunca mas se inundo. Cisneros nunca fue gobernador.