Los violentos se disputan las universidades
20 junio 2006
Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso.
Las universidades, públicas y privadas, resultan ser la mejor expresión de las radicalizaciones que ocurren en el país.
A comienzos de este año, varios sectores del alto gobierno denunciaron la presencia de grupos terroristas al interior de las universidades. Las denuncias se presentaron unos días después de la muerte de un estudiante de la universidad Distrital como consecuencia del estallido de una bomba.
El estudiante, miembro del Polo Joven, murió por las lesiones que le produjo una canica.
Antes de las elecciones se supo que en varias universidades públicas del país, algunos activistas amenazaron a los alumnos con cerrar los centros académicos si no votaban por el candidato del Polo Democrático Alternativo. La amenaza fue de tal magnitud que muchos estudiantes de esas universidades pensaron en cambiar su voto para no padecer la parálisis violenta que anunciaban los promotores de la candidatura Gaviria.
Sin embargo, la respuesta terrorista del otro bando no se hizo esperar y en universidades como la Nacional y la de Antioquia comenzaron a circular amenazas e intimidaciones contra aquellos que se manifiestan abiertamente a favor de las ideas de izquierda.
La tensión en las universidades ha crecido después de las elecciones, pues los sectores radicales y violentos de derecha, han tomado un nuevo aire con los resultados de las presidenciales y se apropiaron de una parte del discurso de Uribe, específicamente el que denunció al “comunismo disfrazado”.
Incluso la BBC informó que esa tensión ha crecido por las acusaciones de que en varias universidades estatales hay infiltrados de la guerrilla y también por las amenazas de los grupos paramilitares contra profesores y estudiantes: En la Nacional vienen circulando panfletos firmados por grupos paramilitares que amenazan de muerte a todos los estudiantes que participen en actos terroristas. Hace dos semanas, un profesor y un grupo de alumnos fueron amenazados por el mismo grupo afín al paramilitarismo.
Además, en la universidad de Antioquia fueron amenazados 15 profesores, estudiantes y trabajadores por un grupo que se hace llamar Autodefensas Universidad de Antioquia.
Adicionalmente, esta crisis se agudizó después de la captura de Juan Carlos Duque Rodríguez, un terrorista del ELN que trabajaba en el reclutamiento de estudiantes en las universidades públicas de Bogotá.
El sujeto, estudiante de profesión, había cursado diferentes carreras en la Nacional y fue capturado cuando presentaba un examen de ingreso a la universidad Distrital. Tres días después de su detención, el terrorista se suicidó en el sitio de cautiverio.
Ante esta bomba de tiempo, la policía anunció que entrará a buscar bandidos y terroristas y que los uniformados realizarán requisas y registros en las universidades públicas de Bogotá.
Incluso el director de la Policía informó que buscarán sospechosos de pertenecer a la guerrilla. Sin embargo, craso error, el general Castro olvidó mencionar que también deben ser localizados y judicializados aquellos sospechosos de pertenecer a las Autodefensas.
Como siempre, si una estrategia es planteada con información insuficiente o parcializada, NUNCA dará resultado y lo cierto es que de las universidades se debe extirpar el cáncer de la violencia, provenga de donde provenga.
No se puede negar que en la Nacional, en la Pedagógica y en la Distrital se infiltran reclutadores y activistas del terrorismo, que incorporan elementos para sus grupos, como los Anarcos en Acción de las FARC, pero no se puede incurrir en la generalización que estigmatiza a los estudiantes de esas universidades.
Sin embargo, en nada ayudan los directivos de los centros universitarios públicos para mejorar el ambiente y reducir las sospechas. Por ejemplo, la respuesta del rector de la universidad Distrital fue prácticamente la confirmación de la existencia de esos grupos de izquierda pues afirmó que “no hay que criminalizar los movimientos sociales ni el libre ejercicio de las ideas”.
Cuando los movimientos sociales incurren en la agresión y violan los derechos humanos de los demás ciudadanos (seguridad, vida, integridad y movilidad), dichos movimientos pierden su razón de ser y se convierten en complots criminales.
A lo anterior se suman los continuos brotes de violencia que se presentaron en inmediaciones de esos centros académicos, unas semanas antes de las presidenciales. Esas expresiones violentas no pueden ser consideradas protesta social sino manifestaciones del barbarismo que padecen algunos sectores universitarios.
Además, estas acciones se registraron con especial preocupación, pues se hizo evidente el uso de nuevos y más potentes elementos en las bombas lanzadas contra los policías. También se puso de manifiesto la organización de los diferentes grupos terroristas al interior de las universidades, cuando realizan sus acciones de "protesta": cada grupo se encarga de una labor específica y se identifican con brazaletes.
En esto hay que ser claros: cuando los estudiantes de la Nacional protestaron por la reforma curricular, dieron ejemplo de lo que significa una protesta social que en ningún momento incurre en la violencia. Por el contrario, esos estudiantes demostraron que la unión y sobre todo, la fortaleza de propósitos, riñen con los actos violentos… y sin violencia, GANARON.
Estas tensiones y las manifestaciones violentas, requieren especial atención por parte de las autoridades, pues es urgente impedir que las universidades públicas se conviertan en el nuevo campo de batalla de los terroristas.
Ante el panorama actual, es indispensable que se revisen los procesos de admisión y de permanencia en las universidades públicas, pues esos alumnos que tienen la profesión de estudiantes, son los que generalmente se dedican al reclutamiento y generan serios problemas tanto para la población estudiantil como para la ciudadanía.
Adicionalmente, esos de profesión estudiante, además de sus actividades ilegales, niegan oportunidades de estudio a otros colombianos, pues en el marco de aquellas ideas que promueven la igualdad, resulta incongruente que un estudiante pueda cursar hasta cuatro carreras, quitándole el cupo a tres alumnos diferentes que podrían así aspirar a tener un mejor futuro.
Las universidades, públicas y privadas, resultan ser la mejor expresión de las radicalizaciones que ocurren en el país.
A comienzos de este año, varios sectores del alto gobierno denunciaron la presencia de grupos terroristas al interior de las universidades. Las denuncias se presentaron unos días después de la muerte de un estudiante de la universidad Distrital como consecuencia del estallido de una bomba.
El estudiante, miembro del Polo Joven, murió por las lesiones que le produjo una canica.
Antes de las elecciones se supo que en varias universidades públicas del país, algunos activistas amenazaron a los alumnos con cerrar los centros académicos si no votaban por el candidato del Polo Democrático Alternativo. La amenaza fue de tal magnitud que muchos estudiantes de esas universidades pensaron en cambiar su voto para no padecer la parálisis violenta que anunciaban los promotores de la candidatura Gaviria.
Sin embargo, la respuesta terrorista del otro bando no se hizo esperar y en universidades como la Nacional y la de Antioquia comenzaron a circular amenazas e intimidaciones contra aquellos que se manifiestan abiertamente a favor de las ideas de izquierda.
La tensión en las universidades ha crecido después de las elecciones, pues los sectores radicales y violentos de derecha, han tomado un nuevo aire con los resultados de las presidenciales y se apropiaron de una parte del discurso de Uribe, específicamente el que denunció al “comunismo disfrazado”.
Incluso la BBC informó que esa tensión ha crecido por las acusaciones de que en varias universidades estatales hay infiltrados de la guerrilla y también por las amenazas de los grupos paramilitares contra profesores y estudiantes: En la Nacional vienen circulando panfletos firmados por grupos paramilitares que amenazan de muerte a todos los estudiantes que participen en actos terroristas. Hace dos semanas, un profesor y un grupo de alumnos fueron amenazados por el mismo grupo afín al paramilitarismo.
Además, en la universidad de Antioquia fueron amenazados 15 profesores, estudiantes y trabajadores por un grupo que se hace llamar Autodefensas Universidad de Antioquia.
Adicionalmente, esta crisis se agudizó después de la captura de Juan Carlos Duque Rodríguez, un terrorista del ELN que trabajaba en el reclutamiento de estudiantes en las universidades públicas de Bogotá.
El sujeto, estudiante de profesión, había cursado diferentes carreras en la Nacional y fue capturado cuando presentaba un examen de ingreso a la universidad Distrital. Tres días después de su detención, el terrorista se suicidó en el sitio de cautiverio.
Ante esta bomba de tiempo, la policía anunció que entrará a buscar bandidos y terroristas y que los uniformados realizarán requisas y registros en las universidades públicas de Bogotá.
Incluso el director de la Policía informó que buscarán sospechosos de pertenecer a la guerrilla. Sin embargo, craso error, el general Castro olvidó mencionar que también deben ser localizados y judicializados aquellos sospechosos de pertenecer a las Autodefensas.
Como siempre, si una estrategia es planteada con información insuficiente o parcializada, NUNCA dará resultado y lo cierto es que de las universidades se debe extirpar el cáncer de la violencia, provenga de donde provenga.
No se puede negar que en la Nacional, en la Pedagógica y en la Distrital se infiltran reclutadores y activistas del terrorismo, que incorporan elementos para sus grupos, como los Anarcos en Acción de las FARC, pero no se puede incurrir en la generalización que estigmatiza a los estudiantes de esas universidades.
Sin embargo, en nada ayudan los directivos de los centros universitarios públicos para mejorar el ambiente y reducir las sospechas. Por ejemplo, la respuesta del rector de la universidad Distrital fue prácticamente la confirmación de la existencia de esos grupos de izquierda pues afirmó que “no hay que criminalizar los movimientos sociales ni el libre ejercicio de las ideas”.
Cuando los movimientos sociales incurren en la agresión y violan los derechos humanos de los demás ciudadanos (seguridad, vida, integridad y movilidad), dichos movimientos pierden su razón de ser y se convierten en complots criminales.
A lo anterior se suman los continuos brotes de violencia que se presentaron en inmediaciones de esos centros académicos, unas semanas antes de las presidenciales. Esas expresiones violentas no pueden ser consideradas protesta social sino manifestaciones del barbarismo que padecen algunos sectores universitarios.
Además, estas acciones se registraron con especial preocupación, pues se hizo evidente el uso de nuevos y más potentes elementos en las bombas lanzadas contra los policías. También se puso de manifiesto la organización de los diferentes grupos terroristas al interior de las universidades, cuando realizan sus acciones de "protesta": cada grupo se encarga de una labor específica y se identifican con brazaletes.
En esto hay que ser claros: cuando los estudiantes de la Nacional protestaron por la reforma curricular, dieron ejemplo de lo que significa una protesta social que en ningún momento incurre en la violencia. Por el contrario, esos estudiantes demostraron que la unión y sobre todo, la fortaleza de propósitos, riñen con los actos violentos… y sin violencia, GANARON.
Estas tensiones y las manifestaciones violentas, requieren especial atención por parte de las autoridades, pues es urgente impedir que las universidades públicas se conviertan en el nuevo campo de batalla de los terroristas.
Ante el panorama actual, es indispensable que se revisen los procesos de admisión y de permanencia en las universidades públicas, pues esos alumnos que tienen la profesión de estudiantes, son los que generalmente se dedican al reclutamiento y generan serios problemas tanto para la población estudiantil como para la ciudadanía.
Adicionalmente, esos de profesión estudiante, además de sus actividades ilegales, niegan oportunidades de estudio a otros colombianos, pues en el marco de aquellas ideas que promueven la igualdad, resulta incongruente que un estudiante pueda cursar hasta cuatro carreras, quitándole el cupo a tres alumnos diferentes que podrían así aspirar a tener un mejor futuro.
20 comentarios
ultraninja dijo...
La ley es muy suave con esos terroristas que se escudan detras de una universidad, ni siquiera son estudiantes, la policia debe usar armas como lanzallamas y misiles para sacar toda esa escoria del pais. fuera las ongs que solo ayudan a los guerrilleros narcofarsantes.
junio 20, 2006 5:52 AM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A ULTRANINJA:
Comparto en general su posición: es claro que muchos de los terroristas que atacan desde las universidades, no son estudiantes.
Y también resulta evidente la desigualdad en el uso de la fuerza: mientras los terroristas utilizan explosivos y una línea con armamento, los policías solo tienen su uniforme de protección y unos cuantos agentes tienen los rifles lanza gases.
Es que, como usted sugiere, también hay que pensar en el derecho a la defensa y en los derechos humanos de los uniformados.
Gracias por sus comentarios.
junio 20, 2006 8:26 AM
Jaime Ruiz dijo...
Hola, Jaime. No me explico por qué tan pocos comentarios y en general tan pocas visitas. ¿Las vacaciones?
No comparto en términos generales el artículo. No creo que haya una presencia significativa de autodefensas criminales entre los estudiantes. Pero sobre todo no creo que haya una infiltración guerrillera en la universidad. La guerrilla es el producto inevitable de la universidad colombiana. Sobre todo de las públicas, pero también tiene su impacto en las privadas. Sencillamente, la guerrilla es la continuación del movimiento estudiantil de los setenta. En cierto momento, gracias al apoyo de los poderosos, el M-19 se apropió de la dirección de ese movimiento, como antes había hecho el ELN. Pero en conjunto la universidad siempre proveyó y sigue proveyendo cuadros para el PCC. Los miembros de su Comité Ejecutivo Central son profesores universitarios.
Si se salta de las percepciones clasistas y localistas, realmente no hay diferencia entre la pequeña insurrección urbana que se da en cada pedrea y la pequeña guerra civil que plantea el término "guerrilla". Si los estudiantes salen a quemar carros y matar policías y siempre resultan dispersándose es casi exactamente el mismo fenómeno que cuando los guerrilleros lanzan ataques contra el ejército y se dispersan. Si la acción es eficaz puede haber un nuevo bogotazo o una revolución como la cubana, sólo es cuestión de mantener encendida la llama.
Es porque la universidad no es un centro de estudios sino el refugio del orden de castas. No se puede objetar nada a que los estudiantes quieran mandar, pues es obvio que deban mandar los más preparados. ¿Por qué en lugar de hacerse sabios juristas, historiadores o técnicos salen a matar policías? ¿Cómo es que en otras partes no sucede eso?
Es fácil, pero nadie lo aceptará: porque tienen DERECHO a mandar. No es porque sepan o no sepan, sino porque van a la universidad. En su origen eso demostraba que se pertenecía a la clase de los criollos, ahora teóricamente, sobre todo en la Nacional, demuestra que se tiene aptitud. Pero ¿cuántas oportunidades tiene de ir a la universidad una persona pobre (estrato 1-2)? Ninguna. Supongamos una aplicación extrema y una memoria prodigiosa, ¿qué formación ha recibido para aprobar el examen de ingreso a Derecho cuando los de estrato cinco son hijos de abogados y han ido a colegios privados? Pero aun si resultara que de todos modos aprueban (conocí a alguien que entró a la universidad pero no tenía con qué comer y tuvo que retirarse), entonces están en minoría y sometidos a la voluntad de los superiores sociales. Si tienen suerte y comparten los valores dominantes, los aceptan.
Bueno, la violencia de la insurrección estudiantil corresponde a que el orden democrático amenaza el poder de ese sector de los que van a la universidad. Del movimiento estudiantil no sólo salió la guerrilla, sino también el todopoderoso sindicalismo estatal, que le ha hecho mucho más daño al país que la misma guerrilla y que expresa lo mismo: el-derecho-de-las-personas-de-la-casta-superior-a-tener-rentas-provistas-por-el-Estado-sin-tener-que-trabajar.
La guerrilla sólo es un aspecto de esa vasta movilización y su entorno ideológico es la universidad. No sólo porque lo que se enseña en universidades como la Pedagógica es EXACTAMENTE la propaganda de las FARC, sino porque en última instancia la propuesta comunista viene a ser empleo seguro en proyectos inevaluables para las personas que muestran el rango de intelectuales. Eso lo fue en todo el mundo y lo sigue siendo en lugares como Cuba.
Y por eso no hay penetración. Sólo hay un statu quo resistiendo, por eso dentro de 50 años se-seguirán-viendo-las-marchas-de-los-estudiantes-contra-la-brutal-imposición-imperialista. Salvo que se diera el milagro, que no se dará, de que alguien se planteara que la universidad casi gratuita es una forma de quitar recursos a los pobres para dárselos a los ricos y que los estudiantes deberían pagar su educación y el actual gasto se debería mantener en forma de créditos para nuevos estudiantes. ¿No es casi obvio que convendría a la mayoría?
No, porque ocurre lo que decía Estanislao Zuleta sobre el burro filósofo: "¿Por qué esas águilas matan animalitos y no comen pasto como yo?". El adoctrinamiento de asesinos y la resuelta ineptitud de los doctores son la verdadera IDENTIDAD colombiana.
junio 20, 2006 4:47 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A JAIME RUÍZ:
La baja en los comentarios y de las visitas es normal en este periodo, pues el año pasado ocurrió algo similar. También puede ser el marchitamiento de este medio, cosa absolutamente normal en algo que no evoluciona.
Usted me lleva a una diferenciación interesante: hay unos activistas de las diferentes expresiones violentas y hay otros que son adoctrinados pero no pasan a la acción en las universidades.
Comparto con usted esa semejanza entre las “pedreas” (ahora son pocas piedras y muchos explosivos) y los ataques guerrilleros.
El asunto de la ideología colombiana, como usted lo plantea, es algo lógico y con lo único que estoy en desacuerdo es con la generalización, como usted bien lo sabe.
Gracias por sus comentarios.
junio 20, 2006 5:13 PM
ultraninja dijo...
yo por eso no vuelvo ya a Colombia, me duele en el alma ver todas esas noticias judiciales como la de la bestia garavito que en unos añitos ya sale y dejeme decirle que sale como un heroe y hasta lo contratan para presentar los deportes del noticiero RCN.
En cuanto al tema de hoy, muchos revoltosos no son de la Universidad y otros lo son y lo hacen por conviccion pero la gran mayoria por emoción, ni siquiera sabe cual o el porque de la pedrea. yo estaba el dia de la visita clinton muy cerca a la Universidad Nacional y la respectiva pedrea con la muerte de un Policia, no ví ninguna ONG pronunciarse sobre este caso, ni human rights ni nada, pero medio hieren a un guerrillo y hay ya estan todas las ONG'S lambonan protegiendo al terrorista.
Cuantas ONG se pronunciaron y visitaron las familias de los niños que muerieron por el atentado al bus de transmilenio?
por que mandan policia sin armamento a una trifulca organizada por elementos que usan explosivos?
por que este gobierno es tan suave con la guerrilla y los terroristas en general?
ahora se va a acordar de mi, cuando los proximos revoltosos van a contar con fusiles ak-47 made in Venezuela.
junio 20, 2006 6:25 PM
DRAGON BLANCO dijo...
El que con ese veto que tienen los aulladores profesores y directivos izquierdista para la policia no entre a la Ud, logicamente estas universidades, sobre todo las públicas se han convertido en la guarida de todos esos grupos armados que amedrentan a todo el mundo
junio 20, 2006 9:06 PM
El usuario anónimo dijo...
Es que .......
junio 20, 2006 9:06 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A ULTRANINJA:
Pues su temor está bien fundamentado en los últimos ataques que llaman pedreas.
Desde hace varios años, la segunda línea de ataque TIENE ARMAMENTO que utilizan contra la policía.
Yo también me pregunto las razones por las cuales no se enfrenta a esos asesinos y terroristas, con las mismas armas que utilizan.
Entonces vienen las respuestas: la Procuraduría, las ONGs y los derechos humanos de los delincuentes, porque parece que en Colombia, los derechos humanos son de uso privativo de los victimarios.
Gracias por sus comentarios.
junio 20, 2006 11:11 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A DRAGÓN BLANCO:
Ciertamente hay unos límites que resultan intolerables: si desde una casa alguien dispara, las autoridades tienen todo el derecho de ingresar a esa residencia y controlar al atacante... pero no en las universidades, que se están convirtiendo en paraisos de los grupos violentos.
Esto debe servir para que los estudiantes universitarios, los de verdad, enfrenten la situación y expulsen a aquellos que van a las universidades a reclutar ingenuos, a matar policías y a violar los derechos de los ciudadanos.
Gracias por sus comentarios.
junio 20, 2006 11:14 PM
m t dijo...
Buenos dias.
Estoy bastante de acuerdo con los comentarios que hacen los dos Jaime.
Con respecto a lo que dice Ruiz sobre su tema favorito de las universidades, creo que tiene razon en su interpretacion, lo que pasa es que acentua una parte y usa terminos bastante irritantes, lo que resulta en rechazo iracundo de sus ideas. Por que? porque en su generalizacion incluye a tantos desprevenidos que no estan motivados por el terrorismo, pero que si estan siendo manipulados. Le sugiero a Ruiz que verbalize su idea de las castas y la transmision de valores antidemocraticos y antiguos en la crema de la intelectualidad en otra forma, que cale sin generar rechazo. Es que la sobrevivencia es un instincto muy fuerte y primario y cuando se ataca no dude que encontrara reaccion.
En cuanto a lo que dice Jaime Restrepo, sobre la exclusividad de derechos humanos reservado para los victimarios, es algo claro, aunque la retorica lo intente ocultar. He ahi que hay siempre justificacion, y siempre la habra, para alzarse en armas con nombre 'romanticos' de guerrilla, o de oposicion, o de izquierda, de crear partidos politicos que arrastran a una cantidad de gente significativa, por sus posiciones y destacamiento.
Me parece que el asunto es lucha de poder y que la multitud vitorea uno u otro lado, aunque este en contra de su propio interes.
Es decir, hay que controlar el abuso del poder en aquellos que oficialmente portan las armas, para que no abusen de los derechos de los humanos, y por eso hay aprobacion tacita de que se contrarreste con insurreccion y la creacion de armas caseras o de tipo no standard.
Como mejor podriamos, esa mayoria, controlar esta puja por los derechos humanos? o, los excesos de poder?
Dificil. Pero en realidad se facilita elijiendo lideres aptos para la ocasion, y la mayoria ejerciendo el apropiado control.
Lo demas son ganas de dejar salir los instinctos primitivos.
Los centros de educacion son para educarse, objetivamente y productivamente, y si eso ocurre queda poco tiempo para el resto, politico o fiestero. Lo que es en si una prostitucion de estas instituciones, y los que la malusan unos prostituos.
Banderita blanca en mano....
junio 21, 2006 9:48 AM
m t dijo...
Hola a Ultraninja.
Su punto contra la bestia 'reivindicada', es compartido.
Este caso es el ejemplo mas ilustratativo de la podredumbre que se ha cultivado 'amorosamente' y fiesteramente en el pais. La maxima expresion de que sucede cuando la inteligencia y recursividad se aplica en favor del MAL.
Garavito puede que suba al poder, y hasta se mantenga en este por algun tiempo, sin usar muchas armas, sin ejercito de varios miles para lograr su objetivo, solo el solito se las ingenio para torturar y acabar a una cantidad de victimas inocentes. La pregunta, sera tambien premiado?
Y lo mas ironico de esto, es que el caso puede ser usado igualmente por cualquiera de las facciones, hasta se pelearian el derecho de ser su sponsor.
El punto religioso es bien tomado por mi: la gente comete errores y puede reivindicarse. Pero tambien es cierto que los humanos tenemos conciencia y que por eso decidimos sobre el bien y el mal, y capacidad para trazar la raya.
Como me duele la burla de que se siente un personaje asi a dictar catedra y ejecutar leyes.
Y todo el que conozca de este caso esta asistiendo a una violacion masiva, si es colombiano y si no lo es.
Por Dios.....
junio 21, 2006 10:08 AM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A MARY T:
En lo personal, creo que el victimario pierde la posibilidad de que le sean respetados sus derechos humanos... en teoría, le deben ser respetados sus derechos legales, pero con una legislación tan laxa, resulta ampliamente favorecido.
Nunca entenderé como envían a un grupo de jóvenes policías a enfrentar a esas turbas armadas ya con lanzacohetes, con solo bastones de mando y cascos metálicos: creo que hay un derecho fundamental que es el de la legítima defensa y la utilización de igualdad de fuerza contra el agresor y eso no se está dando.
Si el terrorismo se está tomando las universidades con armas, hay que asimilarlo a la toma de una población y responder con la misma capacidad de fuerza.
Gracias por sus comentarios.
junio 21, 2006 11:02 AM
Jaime Ruiz dijo...
Mary T.: de todos modos la gente que lee los blogs y foros es tan poca que el rechazo que uno encuentre se compensa con el impacto de un planteamiento "vertical" como diría Lafaurie.
Sobre Garavito todo se presta a la confusión. Para mí todos los planteamientos de venganza y castigo deben dejarse a las víctimas y a sus familias. El Derecho Penal debería plantearse castigar en la medida en que sea eficaz y reeducar en la medida en que tenga sentido. Las doctrinas totalitarias terminan haciendo culpable a la sociedad y soltando a un psicópata que no tendrá muchas dificultades en volver a matar gente, por no hablar de los que querrían matarlo a él.
Lo obsceno, lo colombiano, es que haya tantos juristas preocupados por el derecho de Garavito a salir libre y no haya prácticamente nadie que piense en el derecho de los presos a no ser violados por los otros, a no vivir continuamente amedrentados, hacinados... Las proclamas retóricas son la máscara de un cinismo que sólo puedo llamar subhumano.
Apoyo las propuestas del representante Luna Sánchez de buscar una reforma que permita la prisión perpetua. Y de paso llamo a pensar en construir cárceles más humanas, en las que la vida del penado tenga una oportunidad. El castigo es la privación de libertad, la crueldad con que los colombianos asumen esos castigos, que con frecuencia pagan inocentes o aun personas forzadas al crimen (como los guerrilleros de a pie que le hacen la carrera política a los Carlos Gaviria y compañía), sólo me parece barbarie.
junio 21, 2006 12:06 PM
vulturno dijo...
La primera afirmación, la de la radicalización, es muy discutible.
Creo que el lanzamiento de una papa o de un simple peto contra la cabeza de un ser humano, tenga este puesto un casco metálico o una camiseta por capucha, califica para tentativa de homicidio, láncelo un terrorista anónimo o un valeroso policía (hasta hace poco también anónimos). Los tropeles son una batalla disfrazada de juego y un juego macabro elevado a prácticas propias de una guerra. Comparto que existe una ambigüedad jurídica en torno a la pertinencia de poner antímotines con armamento limitado, para enfrentar a unos agresores que no se ponen ciertos límites. Pero es una gran mentira que el equipamento de los policías se limite a las pistolas lanzagases y las tonfas de caucho macizo. Los cuerpos de antimotines y algunos cuerpos de inteligencia que los apoyan, utilizan también armas cortas de fuego, pistolas neumáticas 'lanzafrijoles' (aptas también para proyectar balines de acero y canicas), caucheras, perdigones, petos y papas, granadas de aturdimiento y diferentes recetas de gas lacrimógeno, pistolas de 'paint ball', piedras y botellas, encapuchados que llevan cizallas para abrir las mallas desde adentro y facilitar asaltos laterales de la tropa uniformada, o que organizan pedreas de mentiras (provocaciones, como las llamaban en los setentas), etc.
Por supuesto que el derecho de las cosas es que no tienen porque realizarse actos violentos, por muy criminal que sea el proceder de la policía (de hecho no hay porque darle el espacio para que se luzca); pero tampoco suena muy legal andar encubriendo las andanzas de los uniformados.
No ha habido un dictamen definitivo sobre el origen de la canica que mató al muchacho de la Distrital. El fiscal comentó que era usual que esos objetos fueran usados como metralla en las papas, pero también habló de resorteras. No tengo detalles sobre las denuncias de amenazas atribuidas a las autodefensas, pero aquella cuyo facsímil fue presentado por El Tiempo, no parece ser auténtica ni es cierto que haya 'circulado' por la Universidad Nacional. Muy seguramente era una sola y hubo un manejo inexperto de quienes la conocieron, pues la multicopiaron y hasta consiguieron que la reprodujera El Tiempo (eso se llama propagar el efecto terrorífico de una amenaza). Aunque sí ha habido un ambiente de denuncias de amenazas, la situación no ha sido del mismo tenor de la que se ha denunciado en la de Antioquia y está para ser evaluada sin descartar de plano diversas hipótesis (incluida la de la autoamenaza o la de un origen particular trasvestido en algo que impacte, como las llamadas autodefensas). No conocía tampoco de presiones sobre asuntos electorales, me suena a interpretación exagerada de algún rumor o invento. Sería interesante conocer la fuente.
Las fantasías de la Policía y el DAS hay que consumirlas con beneficio de inventario. A veces esas noticias abstractas sobre redes que ya tienen pilladas, pueden ser movidas de contrainformación o simples cañazos para tranquilizar superiores. Sí llama la atención que vienen anticipando un perfil de personas a las que van a judicializar; lo cual se nota cuando asocian hechos con múltiples explicaciones alternas, como el de los brazaletes en los tropeles, con hilos movidos desde las cúpulas guerrilleras; en eso hay mucha especulación, que al ser pasada por comunicadores sociales perezosos, se convierte en verdad inobjetable.
Invito a Atrabilioso a que reflexione sobre qué significa que la Policía capture a Juan Carlos Duque Rodríguez, alias 'El Rolo' y de 31 años, cuando intentaba presentar el examen de admisión de la Distrital (qué temerario, arriesgar su clandestinidad para presentar un examen inexistente, pues la Distrital admite por puntaje ICFES), responsable de un poco de bombas en Antioquia (y desenterado de sus líos judiciales, para que se estuviera matriculando por ahí); para entregar 'suicidado' (mediante sofisticadas artes ninja) a Juan Francisco Gamboa, estudiante matriculado en quinto semestre de la Distrital, cuyos padres han desmentido que tenga 31 años (y las demás cosas que la prensa compró sin preguntar) y demorado varias horas la entrega del cuerpo a Medicina Legal, además de comunicar otros datos falsos sobre el procedimiento.
Yo creo que a los policías o se les fue la mano en el interrogatorio, o se dieron cuenta que Gamboa no era el ratón (como en los cuentos de Turbay) y recordaron esa frase tan sabia de la novela de R.L. Stevenson: "los muertos no muerden". Por supuesto, al no tratarse del cuerpo élite de la Dijin, el asunto no da ni para titular de El Espacio.
La declaración del rector de la Distrital, dice lo que dice, no reivindica ni los petos, ni las amenazas, ni la venta de drogas, ni ninguna especie criminal. Habla del libre ejercicio de las ideas y de los movimientos sociales, no hay una justificación de actitudes delincuenciales en las que pueden incurrir los mismos.
Invito a que vuelvan a mirar los dos videos de los disturbios del 7 de junio. Del primero ("Un policía se salvó...") pongan atención a lo que pasa entre los segundos 10 y 13. Del segundo, miren bien qué artefactos son los que entran en los tubos. La respuesta es obvia: voladores, de los que están prohíbidos en Bogotá, artefactos peligrosos - sin duda - pero no sofisticados 'rockets'.
La discusión sobre la asimetría en el tema de los derechos humanos da para tanto y para tan poco. Tuvo que llegar el gobierno de César Gaviria para que la gente que gobierna este país se diera cuenta que debía dejar de macartizar a los DH y más bien debería apropiarse de esa causa, en palabras de Fernando Carrillo: "quitarle ese caballito de batalla a la izquierda" (ser menos Harold Bedoya y más Francisco Santos). Como con todos los cambios radicales de la humanidad, algunos le ponen fanatismo y quieren cobrar tantos lustros de inequidad con el tema sacándole el negativo; eso es extremismo. Derechos Humanos tiene el más inocente ciudadano víctima de un secuestro o un bombazo y el más aberrante de los culpables, esa entelequia invoca un carácter universal y eso siempre es para problemas. Si uno le va a apostar a eso tiene que vivir con esa incomodidad, no solo pensar que son chéveres cuando ofuscan al gobierno chino y resentidos cuando le demoran vuelos a Pinochet, o al revés.
junio 22, 2006 11:55 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN PARA VULTURNO:
Destaco la argumentación y el respeto en su comentario y, de la misma manera, quiero responder a sus argumentos.
Resulta interesante su explicación sobre las pedreas en las universidades públicas, pero le confieso que la veo algo romántica y en varios puntos deja de considerar aspectos claves en la situación.
Las pedreas son ORGANIZADAS, lo que significa que no es una situación que se presenta de manera espontánea, sino con plena premeditación y planeamiento.
Son tres líneas las que inician los enfrentamientos: la primera, primíparos en el asunto, lanzan los artefactos. La segunda línea hace la reposición y la tercera, la más experimentada, controla las dos líneas delanteras y poseen las armas de fuego para enfrentar a los uniformados.
Frente a esto, la policía dispone también de tres líneas: la primera enfrenta con casco y escudo, los ataques provenientes de los manifestantes. La segunda utiliza los rifles lanza gases y la tercera es la integrada por los camiones antimotines.
Hay una fábula sobre la presencia de armas de fuego en las líneas de la policía. Verá: cuando una unidad antimotines, conocida anteriormente en Bogotá como Fuerza Disponible, sale a atender una “protesta”, esa unidad va supervisada por la Procuraduría, cuyo representante muchas veces se ubica junto al puesto de mando del operativo.
En cuanto al armamento que usted afirma que es utilizado por la policía, por ejemplo el ESMAD antes de salir a una operación, es revisado y supervisado por el comandante del Escuadrón y por un representante de Inspección de la policía. Además, muchas veces el representante de la Procuraduría asiste a dicha revisión. En esos uniformes, por ejemplo, es prácticamente imposible introducir un arma de fuego.
De otro lado, el uso de supuestas armas cortas de fuego y pistolas neumáticas por personal de la Policía o de inteligencia es un mito: un revólver calibre 38 o de menor calibre, un 32, tiene un alcance positivo de máximo 50 metros y una pistola neumática puede alcanzar máximo de 15 a 20 metros. Esto significaría que los disparos se producen en la primera o máximo la segunda línea de confrontación, lo que resulta absurdo porque nadie en sus cinco sentidos va a entrar a un punto en el que puede ser incinerado, sin ninguna protección y las denuncias que constantemente se hacen es que se dispara desde fuera de las líneas de confrontación del ESMAD.
También hay que dejar claro que las cizallas que usted menciona para abrir las mallas, NO SON ARMAMENTO y corresponderían a herramientas tácticas para solucionar el motín. Y digo corresponderían, porque aquel uniformado que entre a esas universidades sin autorización de las autoridades académicas, está incurriendo en falta grave y obtiene un pliego de cargos en la Procuraduría.
Sobre el asunto del muerto de la Distrital, recordemos que falleció en la Nacional y que en sus manos aparecieron los rastros de pólvora negra, utilizada en la fabricación de las papas explosivas.
En cuanto a las amenazas, usted hace un análisis bien interesante, aunque creo que independiente del caso concreto, si se está presentando esa confrontación en las universidades, pero por lo pronto, salvo la carta y las denuncias de la universidad de Antioquia, no hay pruebas contundentes al respecto.
En cuanto a las presiones electorales, se dieron en una universidad pública en una ciudad diferente a Bogotá y las fuentes fueron ALUMNOS de esa universidad: obviamente no voy a revelar las fuentes, pues pidieron al unísono la reserva de su identidad… pero el hecho sucedió porque les doy total credibilidad a esos estudiantes, además porque conocí del hecho no porque quisieran denunciarlo, sino en el marco de una consulta sobre el proceso electoral que se avecinaba. Entonces, esa situación no es producto de una fantasía oficial, cuya información, estoy de acuerdo, hay que tomarla con mucho cuidado e incluso, como usted afirma, con beneficio de inventario.
En cuanto a los brazaletes, esa situación es de vieja data y en mi ejercicio como reportero, pude constatarlo en múltiples ocasiones. Incluso tuve que padecer un intento de secuestro en una de esas “pedreas”.
Sobre la organización de las asonadas desde la cúpula guerrillera, hay información confiable, interceptaciones, documentos fílmicos y otras pruebas que indican que efectivamente el Secretariado ha destinado un grupo de terroristas experimentados para que organicen y planifiquen la situación en las universidades.
En cuanto a la captura de ‘El Rolo’, le recuerdo que muchos terroristas han sido capturados precisamente por arriesgar su clandestinidad: Francisco Galán en Bucaramanga, Simón Trinidad en Ecuador, etc. Llega un momento psicológico en el que se sienten seguros y confiados al punto de creer inmune su clandestinidad criminal.
El suicidio si se dio y la supuesta demora en la entrega del cuerpo, es el mismo tiempo que se tardan en entregar cualquier cuerpo. La experiencia indica, además, que un capturado inocente asume actitudes muy distintas a las de este individuo. Hay un hecho que resulta irrelevante en esta situación: que los padres digan algo, pues generalmente son los últimos en enterarse de las andanzas de sus hijos y el adoctrinamiento urbano de las FARC dice que el bajo perfil comienza en casa.
En cuanto a las declaraciones del rector de la Distrital, discrepo de su concepto, pues a una pregunta específica sobre las asonadas, ofreció la respuesta textual que está en la nota: si le pregunto sobre el nivel académico de la universidad y el me dice que no todos los graduados están vendiendo empanadas, pues resulta esclarecedora su respuesta.
Sobre el primer video, efectivamente hay uso de un rifle lanza gases, situación aceptada en todo el planeta como un arma de disuasión contra asonadas. Es más: los gases lacrimógenos tienen un efecto disuasivo, pero no son concebidos como elementos letales, como si lo son los voladores, las papas con R1, etc.
Estamos completamente de acuerdo en los Derechos Humanos, pero un victimario, un terrorista que ataca a ciudadanos indefensos no debería ser cobijado por derechos más allá de los que le otorga la ley, pues hizo uso de fuerza desproporcionada contra gente inerme. Por eso existen los crímenes de lesa humanidad, que diferencian a los criminales comunes y por eso las leyes en todo el planeta tienen gradualidad.
Yo no hablo de torturar a los detenidos, ni de someterlos a situaciones que vayan en contra de la dignidad humana: pero lo cierto es que ellos no pueden reclamar un respeto que no han concedido.
Muchísimas gracias por su comentario, que tiene una cantidad de elementos interesantes para el debate, en un tema que nos afecta a todos. Además, contiene argumentos que son importantes para la discusión y la reflexión.
Un abrazo.
junio 23, 2006 11:02 AM
vulturno dijo...
Saludos. No solo en mi texto se ve romanticismo, según puedo notar en la respuesta. Las pedreas que yo presencié, cuando estaba en el pregrado, no usaban el esquema descrito. No había principiantes en primera línea, por el contrario los que iniciaban las refriegas eran expertos, eventualmente armados, pues era común que la policía llegara disparando sus 'míticas' pistolas y subametralladoras; ante lo cual los primeros tropeleros tenían la función de repelerla. Como estudiaba en un edificio cercano a una portería tuve que ver eso varias veces. Se han recitado algunas disposiciones reglamentarias y legales, partiendo de la premisa de que la policía respeta la ley y que el control de la Procuraduría es eficaz, yo tengo experiencia acerca de la falsedad de esa premisa.
Tengo datos de la división salud de la Universidad sobre el daño causado por los perdigones y frijolazos que lanzan los del Esmad y ha habido numerosos casos de lesiones permanentes, principalmente pérdidas de globo ocular. Lo de los cinco sentidos es creíble en la teoría. El esquema de choque del Esmad incluye por ejemplo la posibilidad de usar una especie de voltígero, creo que se llama 'speed', como se vio en el especial de "el mundo según Pirry", con gran habilidad y descubierto de las pesadas corazas, cuya función es irrumpir cerca a los adversarios, causando desorden y esquivando habilidosamente lo que le lancen, mientras él también lanza piedras o dispara los frijoles. También es común en esos cuerpos con formación militar que algunos mandos medios, incluso capitanes, se inspiren a participar y muestren mayor agresividad y espíritu suicida que sus subalternos, para motivarlos a avanzar (de hecho son admirados por eso). El escenario de la herida mortal del muchacho de la Distrital, de quien jamás he negado que estuviera involucrado en los disturbios, era de una proximidad tremenda y los blindados estaban cercanos a las rejas y a la portería. Vuelvo y comento que no se ha descrito el estado de la canica ni detalles que permitan afirmar de manera categórica que fue una explosión caótica y no una dirigida la que la proyectó hacia su destino. Sin embargo, se han seguido presentando impactos de canicas y balines en las tablas y láminas de hierro usadas por los tropeleros como barricadas.
Escenas como policías de civil lanzando petos o coordinando asaltos desde adentro, son bien conocidas. Hace dos años, por ejemplo hubo dos incursiones de asalto en caliente, que afectaron a todo el campus, en las cuales se vieron equipos de inteligencia comunicándose con la tropa uniformada para orientar su entrada ordenada y también su retirada. En una de ellas a propósito, un estudiante se salvó de recibir un 'mítico' disparo de revólver de un Esmad, cuando un celador de la Universidad engañó al uniformado diciéndole que había una cámara presente, frustrando así un potencial homicidio con impunidad garantizada. Lo que quería que constatara en el primer video era la explosión de un peto lanzado por la policía en el tejado del edificio de Lenguas Extranjeras, después de que se retira el tropelero que acaba de lanzar una peligrosa papa. Sobre el efecto letal de una granada de gas lacrimógeno disparada directamente contra el cuerpo, una colega suya, quien trabajaba para el desaparecido noticiero QAP, como corresponsal en Caracas, murió por un impacto de esos en 1992. En las marchas cocaleras del sur, en el 96, una - posiblemente disparada con fusil - se le clavó en el cuello a un manifestante, quien terminó muriendo por la gravedad de la herida. Horribles lesiones personales se han causado con ese juguetico y hay fotos de 'truflayeros' sonrientes apuntando contra la cara de personas en manifestaciones pacíficas (ellos tienen muy claro para qué sirve esa pistola). Así como una piedra del tamaño de un puño vale por arma blanca y puede matar, una granada de esas, usada como objeto contundente, es más peligrosa todavía (puede atravesar lámina de aglomerado de - digamos - 1/4 de pulgada, dejando un contorno redondo perfecto y quemado).
En fin, cuanto más sabe uno de esas porquerías, más se da cuenta de lo útil que sería usar todo ese esfuerzo y ese cacumen en tantas cosas útiles y menos peligrosas.
En el anterior comentario mío, en medio de mi falta de concisión, se me olvido referir que no estoy de acuerdo en calificar como pacífica la situación de noviembre pasado. Los bloqueos físicos y custodiados de edificios, son un acto de fuerza; el lenguaje de estigmatización y macartismo usado por los líderes del paro hacia su contraparte fueron de un tono impropio y en algunos casos de una jaez similar a la de las amenazas que tanto se menean por estos días. Hubo uso abusivo de mobiliario de la Universidad para apoyar los bloqueos y no se hizo un deslinde, ni siquiera puramente formal, del lenguaje amenazante usado por algunos grafitos de grupos clandestinos. Como experiencia de pedagogía política fue un gran ejemplo del sectarismo y la mediocridad que deberíamos abandonar en este país.
Sobre el caso de Gamboa, las declaraciones de la Policía comenzaron con falsedades, como la del supuesto examen de admisión a la Distrital. Siendo esa institución la que lo tenía bajo su custodia, tiene una responsabilidad tremenda en la muerte del personaje (al permitir visitas de las que no da razón, si fuera cierto lo que dicen, y la presencia de elementos cortantes). Sobre su comportamiento previo a la muerte, habría que examinar la calidad de las fuentes, porque son las primeras bajo sospecha en un caso tan raro. Si los papás no sabían en qué andaba el tipo, al punto de ignorar su edad, pues eso es un récord en clandestinidad. Si era cierto que tenía deudas pendientes, como lo expresó la Fiscalía, pues hay canales para demostrarlo, ojalá de cara al país, pero sería mínimamente decente que se rectificaran las falsedades e inexactitudes presentadas ante la prensa.
Gracias por el espacio.
junio 23, 2006 1:33 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A VULTURNO:
Interesante debate. Cuando hablamos de la primera línea, es la que enfrenta directamente a las fuerzas de choque y esa primera línea es la que resulta más golpeada (literalmente) en el enfrentamiento. A lo que voy es que los más expertos las arman, las controlan, pero no hacen frente en esa posición.
En cuanto a los mandos medios, su apreciación es completamente cierta.
Sobre los impactos en las barricadas, cuando la unidad de ataque lanza una granada (que es en el concepto más primitivo la papa explosiva), y se presentan errores de lanzamiento, la metralla propia golpea esas barricadas y termina por herir al bando propio.
No desconozco el efecto letal de un proyectil de gas, aunque no está diseñado para proporcionar fuerza letal de ataque. Es más: en el tema antidisturbios en el mundo, se han ensayado diferentes modalidades que pueden resultar letales. Recuerdo el caso en España de disturbios que fueron enfrentados con balas de goma, como elemento disuasivo. Sin embargo, una de esas balas golpeó a un manifestante en una zona de la nuca y le produjo la muerte.
Esto significa que las armas disuasivas tienen peligrosidad, es evidente, pero no son ni utilizadas ni creadas para ser letales. Esto es similar a las pistolas eléctricas utilizadas por algunos cuerpos de policía en el mundo para capturar a algunos delincuentes que se oponen al arresto: esas pistolas emiten una fuerte descarga eléctrica que normalmente no sería mortal. Sin embargo, el uso de esas armas ha producido la muerte, en los últimos 4 años, de cerca de mil personas.
Lo que eso demuestra es que en enfrentamientos violentos, cualquier arma puede ser letal, así no haya sido diseñada con ese propósito. Además, desde las piedras hasta los voladores, pasando por disparos y papas explosivas, son artefactos utilizados para herir o asesinar a la víctima.
Desconozco la información que usted da sobre los ingresos de personal de inteligencia y me encantaría saber cómo pudieron establecer que esas personas (supuestamente de inteligencia) se estaban comunicando con los escuadrones de confrontación uniformados.
Sobre el video, evidentemente se ve la imagen y el estallido es el resultado de una granada de gas, algo permitido para disolver manifestaciones o disuadir elementos individuales de ataque. Es más: en operaciones de captura en la mayoría de países del mundo, cuando se va a realizar un allanamiento, se utilizan las granadas de gas antes de ingresar al sitio, hayan o no personas armadas en el lugar. Entonces, si el individuo que estaba lanzando elementos de ataque estaba en una situación privilegiada, pues la lógica del enfrentamiento implica sacarlo de esa posición con el material disponible y permitido.
En cuanto a la Procuraduría, usted siembra dudas, pero no va más allá en cuanto a demostrar la validez de su comentario.
Finalmente, sobre ‘El Rolo’, evidentemente la cadena de custodia debe ser investigada. Sin embargo, aunque inicialmente la información decía que Duque estaba presentando el examen de admisión, este fue un error general y de este medio en particular que se basó en lo afirmado por la BBC, lo cierto es que la información posterior indicó que el sujeto presentaba un examen final en la carrera de Ingeniería Electrónica en la Distrital.
Las visitas TIENEN que se permitidas, pues en Colombia ya no hay elementos jurídicos para incomunicar a un retenido que está en proceso de judicialización.
Sin embargo, en este caso concreto, las evidencias sobre el proceso de seguimiento al sujeto son contundentes, así los padres afirmen que no era un terrorista, más allá del asunto irrelevante de la edad: que tuviera 31 años o 29 no resulta importante en este caso, porque su edad no afecta las pruebas y documentos que tienen las autoridades sobre el delincuente.
Finalmente, las inexactitudes fueron rectificadas poco a poco por los mismos medios como se demuestra aquí y aquí.
No obstante, dichas inexactitudes son perfectamente normales en el desarrollo de una operación y de un proceso investigativo en el que muchos quieren llevarse las palmas.
Gracias por sus comentarios.
junio 23, 2006 5:08 PM
vulturno dijo...
Si no se ha notado lo hago explícito, no estoy de acuerdo con la realización de enfrentamientos violentos como los que promueven los tropeleros. Menos me parece válido que usen recursos tan peligrosos en tales empresas.
El uso de elementos prohíbidos por parte de la fuerza pública (o el uso ilegal de los que se le asignan legalmente) es una hipótesis que la Fiscalía y las instancias judiciales se niegan por doctrina a aceptar cuando se trata de atender denuncias de este tipo.
Es muy reciente la disponibilidad de cámaras de video operadas por personas independientes. Normalmente los periodistas de los medios privados evitan la agresividad de quienes están en el lado de los tropeleros y no gustan de provocar a la Policía, pues a los que se ponen de sapos les pasa lo del reportero del noticiero del medio día, agredido por el Ejército y dejado después a su suerte por su patrono, cuando los hechos ya mencionados de Caquetá en el 96. Incluso los propios videos grabados por la vigilancia de la Universidad, son manejados por la institución dentro de una lógica timorata de no enfrentarse con la Fuerza Pública.
Los videos grabados por los mismos tropeleros normalmente no son de buena calidad o ellos los presentan cortados porque - a pesar de capturar escenas grotescas del comportamiento policial, fundamentalmente los ponen en evidencia también a ellos y a sus prácticas. También alguna gente se acobarda y no se le mide a divulgar los videos.
Yo ni de riesgos me metería en medio de una refriega de esas a capturar imágenes que soporten lo que le cuento que he visto, pues sería agredido por ambos bandos. Pero si le digo que los policías están disparando canicas y balines, con trayectorias definidas por un cañón y no como el resultado caótico de una explosión, es porque lo he visto.
La apología de la pistola lanzagases cae en una falacia. Si el hecho de que el arma no fue diseñada para matar, aunque pueda hacerlo, la releva del carácter de arma letal, lo mismo vale para los voladores, los cuales no fueron diseñados para herir o asesinar, como usted dice, sino para que estallen en la altura, lanzando sus sonidos en medio de jolgorios. También se podría afirmar de las papas, de las cuales, desde que se usan en Colombia, menos del 0.05% de las fabricadas le ha causado la muerte a alguien. Qué decir de los petos, los cuales tienen menor poder de daño y han causado lesiones graves, pero ningún muerto reportado hasta ahora. También se podría decir que se usan más para disuadir a los policías de abandonar sus blindados - o para llamar la atención - que para matar. Pero ya estamos claros que aquí los actos son intenciones.
Ahora bien, lazarle un volador a una persona, puede causarle quemaduras y heridas graves; bajo situaciones extremas, llevarla a la muerte. Lanzar voladores con la caña partida para asustar a los caballos era una práctica común en los setentas, la cual seguramente puso en riesgo la vida de más de un carabinero. Una pistola lanzagranadas sirve para proyectar una granada a distancias mayores de las que alcanza el brazo. Se supone que el disparo se hace en ángulos altos para que la multitud a dispersar tenga tiempo de retirarse. Quien la dispara con ángulo bajo y a cortas distancias está jugando con la vida del blanco y además lo sabe. Una cosa es que lo haga en medio de un riesgo inminente, como defensa personal o algo así; otra que, cumpliendo la orden de dispersar un grupo que no está ofreciendo riesgo y que está huyendo de acuerdo con la pretención policial, se dispare abusivamente y termine causando lesiones graves, como ocurrió con una profesora del Distrito en un incidente frente al Centro Administrativo Distrital. Un amigo que prestó servicio en la PM me contaba que a los 'truflayeros' los amenazaban con graves sanciones si disparaban en ángulo bajo, a menos que estuvieran copados.
Bueno, esos temas de la tecnología bélica son muy ambiguos. Armas disuasivas son muchas de las llamadas letales. De hecho, entre más asesinas, más disuasivas.
Definitivamente es errónea su interpretación del peto de la escena como una granada de gas lacrimógeno. Ni las manuales ni las de pistola se ven así. En la escena que comento estalla un peto que llegó muy tarde para impactar al tropelero. Es evidente que la fumarola es rápida y responde al impacto de la bomba contra la pared. Las de los gases quedan más tiempo, mientras se van expandiendo y - si son las de las pistolas - dejan la traza de su recorrido.
No conozco las pruebas contundentes y poderosas que tiene la Fiscalía para acusar a Juan Francisco Gamboa de llamarse Juan Carlos Duque, alias "el rolo", responsable de varias bombas. De hecho no soy autoridad judicial, ni miembro de la fuerza pública, ni guerrillero ni paramilitar para saber si efectivamente existe tal personaje. Lo único que he visto son las dos notas de El Tiempo reportando primero la captura y después el supuesto suicidio, con abiertas incoherencias; la de la BBC; el comunicado del Alvear y las dos notas de los noticieros (si supiera la riqueza de adjetivos que viene a mi cabeza cuando pienso en la seriedad y la responsabilidad de los reporteros de televisión) que usted cita y la referencia verbal, por parte de un estudiante de la Distrital, sobre el comunicado de los papás del muerto.
Una cosa es rectificar y otra ir acomodando la película. Si uno dice una bestialidad y después la omite sin reconocerla, es porque ya le está fallando la seriedad. La edad del sindicado es un hecho relevante por un par de razones. La primera es que la noticia de que serían capturados "reclutadores" de la guerrilla, responsables de la sofisticación de los tropeles y caracterizados por el tiempo que llevan en no graduarse, venía anticipándose hace varias semanas. Ese era el tenor de declaraciones de la Secretaría de Gobierno. Por eso era apenas previsible que cualquier capturado con carné universitario sería presentado dentro de ese contexto. El perfil ya estaba pintado y es común que dos hechos sin conexión se mezclen arbitrariamente, satisfaciendo la facilista hambre de morbo de los comunicadores. Dos ejemplos: Cuando capturaron a Francisco Galán, el tipo fue drogado, torturado y sodomizado. Luego fue presentado ante la prensa como capturado en medio de una orgía homosexual y además con alucinógenos de por medio. También se lo vistió con una camisa a rayas, tratando de emular el cuadro presentado unos meses antes en el Perú con la captura de Abimael Guzmán. Como complemento, el periódico El Espacio sacó la serie con la entrevista exclusiva al 'amante' de Galán, mientras por toda Bucaramanga había grafitos alusivos a la homosexualidad del capturado (casi todas con la misma letra). La condena de alias Francisco Galán no es por homosexualidad ni por consumo de sustancias psicoactivas, es por tipos penales realmente existentes; pero su captura era más que un procedimiento judicial, era un acto de guerra contra un enemigo. Parte de esa connotación está en presentarlo ante una opinión conservadora, no solo como el terrorista despiadado, el secuestrador, el asesino de jóvenes soldados; sino como algo que mucha gente ve como abyecto y deplorable: una opción sexual distinta y una dependencia a los narcóticos. De hecho, grandes prohombres de la política nacional, como Carlos Castaño Gil, insistían en hablar de las hormonas de Galán a la hora de satanizarlo o ridiculizarlo. Las cosas que se dicen a la prensa junto a la captura son relevantes, incluso al punto de opacar los aspectos probatorios que sí tienen que ver con las sindicaciones concretas.
El otro ejemplo es el caso del supuesto exseminarista que insistió en aparecer sobre el hombro de Carlos Pizarro, al estilo Forrest Gump, para luego hacerse notar en una visita de Hugo Chávez a Colombia y que se aseguró de quedar en un primer plano en algún evento de la farsa del Caguán. El tipo aparece como entregado al Ejército y se le atribuye la delación que llevó a unas detenciones por el DAS, como para la misma fecha o tal vez antes (yo soy cándido, pero eso de que el Ejército corra a contarle algo al DAS me da una risa con dolor abdominal que puede acabar con mis días). Segunda lección, las noticias se amarran por el camino, así toque con mocos.
El segundo aspecto por el cual la edad es relevante es porque, si bien los gazapos, burradas e incompetencias básicas de los redactores de prensa no tienen tanto peso probatorio; pueden resaltar incoherencias. La nota de RCN dice que el sujeto era seguido desde 1990. Si era desde el 31 de diciembre de ese año, ya llevaban quince años y medio en la tarea. Hay gente a la que no le pasan los años y tiene la misma cara por décadas. Hay otros que cambian todo el tiempo, se cuelgan de modas pasajeras, la pubertad les reforma la cara como si fuera plastilina, tienen accidentes, etc. Por eso, en todos esos años hay muchos que se pueden convertir en 'mil caras' sin que detrás de ello haya un propósito criminal. Si tenía 31 años o menos, la fe ciega en que todo terrorista está en capacidad de serlo a escondidas de sus padres empieza a tambalearse por culpa de una variable llamada tiempo. Es posible, pero la probabilidad colapsa. Si además vemos cuánto da 31 - 15.5, tenemos 15.5. Eso se llama menor de edad y muy probablemente todavía no estudiante universitario alejado de la mirada paterna. Si x < 31 => x-15.5 < 15.5. Nos alejamos de "el rolo" y nos acercamos a "Billy the Kid".
Sí existen recursos procedimentales para limitar visitas de ciertos reos. De hecho hay elementos de la llamada justicia sin rostro que se dejaron para casos de delitos graves (múltiples bombas califica). A menos que sea asunto de no entorpecer la investigación, no suena muy confiable eso de que se iban a poner a averiguar quién fue el visitante. Eso era antes de la visita.
Sobre la Procuraduría, si yo asomara las narices en una diligencia de esas y - peor aun - con una cámara o una grabadora de audio, tendría problemas para justificar mi presencia. Ningún control es perfecto y casi todos traen en su diseño la fórmula para ser burlados. Yo entiendo por ejemplo que una mujer pudo en el pasado, a costa de horribles lesiones, introducir en una cárcel teléfonos celulares, drogas, dinero, armas cortas o munición de fusil entre su vagina. No sé cómo entraban fusiles, me falta mucho cine para ver. Cuando se afirma que en el uniforme con coraza no se pueden meter armas me suena a un comentario de algún oficial, en medio de un gesto burlón conductista que hace que la risa de sus interlocutores indique que se está de acuerdo. pero yo los he visto - en sus esperas - acomodar el tonfa entre las pantorrilleras y en otros intersticios de su uniforme. De todos modos se dan sus mañas, como los tropeleros para entrar algo tan largo como un lote de voladores o los tubos de la escena, pese a que la vigilancia de la Universidad está alerta y los organismos de inteligencia tienen a su gente dentro del campus y muy cerca a los acontecimientos. Pregunté a un testigo presencial más cercano de los disturbios del 7 y me dijo que eso de los brazaletes indicando las líneas es como las formaciones que Carlos Antonio Vélez pretende ver para burla de sus detractores. Al parecer simplemente identificaban un combo de otro y tratándose de un tropel en el cual participaron coordinadamente varios de estos (los cuales se 'emulan', esto es, rivalizan a ver cuál lleva más gente o hace cosas más memorables), era más narcisismo que sofisticación.
junio 24, 2006 12:12 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A VULTURNO:
Es evidente que usted no está de acuerdo con las pedreas.
Discrepo de usted sobre la doctrina de no aceptar el uso de elementos prohibidos, pues ciertamente, en los últimos 20 años, se han presentado procesos por ese asunto en la Procuraduría y luego han sido procesados por Justicia Penal Militar.
Lo que ocurre es que no es una política institucional, sino la decisión de algunos individuos miembros de la Fuerza… y han sido casos aislados.
Evidentemente los medios evitan la agresividad de los manifestantes: ¿cómo no hacerlo, cuando intimidad, amenazan y actúan contra un reportero que está cubriendo la información? Esto ha ocurrido en Bogotá decenas de veces y también ocurrió hace poco en Pereira.
El asunto del camarógrafo no es comparable en lo práctico, porque la situación del Putumayo fue manejada por el Ejército (que tiene esquemas antimotines completamente distintos a los de la Policía), mientras que los disturbios “normales” son asumidos por la FD o por el ESMAD.
Sobre los videos de la Universidad, resulta entonces que si existen, pero no se dan a conocer y se dejan siempre en rumor. Eso, mi estimado amigo, son rumores sin pruebas procesadas. Ni que decir de los videos de los manifestantes, que son presentados, como usted mismo dice, cortados y sin pruebas claras de las situaciones.
Sobre los disparos con canicas y balines, como ya lo expliqué, usted puede dar la trayectoria que quiera, pero el poder de distancia de esas armas es mínimo y por consiguiente el resultado de disparar un proyectil de esos es casi inocuo.
No he dicho que el diseño releve el carácter letal de un arma, pues expliqué muy claro lo ocurrido con las balas de goma.
Usted incurre en una información muy compleja y es la de asegurar que esos elementos se utilizan para sacar a los policías de los blindados… cuando no ha llegado la Policía al sitio y queman un bus, incluso con un niño en el interior, ¿también es para llamar la atención?
También da una interpretación equivocada del ángulo de tiro del lanzagranadas: es falso que se utilicen ángulos altos para darle tiempo a la multitud de dispersarse, pues el simple lanzamiento no es un elemento disuasivo y solo la explosión cumple con ese propósito. Sin embargo, si el operador del arma está a más de 60 metros de distancia, el ángulo es bajo para que llegue a su objetivo.
Su comentario sobre los operadores de la PM no tienen validez, pues las protestas de la Nacional son asumidas por la Policía.
En cuanto a mi interpretación de la escena, es una interpretación como lo es la suya, a no ser que usted hubiese estado en el sitio. Hay condiciones y factores que hacen distinta cada explosión y su columna de humo.
En ningún momento hablé de rectificación, sino de precisión de la información cuando van desarrollándose los hechos. En un mundo perfecto, eso no tendría porqué darse, pero como no vivimos en esa utopía, es perfectamente válido que el síndrome de la chiva conduzca a error: cuando estalló el avión de Avianca en Soacha, inicialmente se informó de una avioneta, después de un avión pequeño y casi 30 minutos después se dio a conocer que era una aeronave de Avianca.
Hay reconocimientos tácitos del error, como el hecho de precisar la información. Que algunos no tengan la ética de reconocer el apresuramiento, es asunto de otro debate.
Es cierto que venía anunciándose el tema del reclutamiento, pues las FARC, en su página oficial, anunciaron que en junio harían una reunión de estudiantes universitarios afines a sus intereses: ahí comenzó el asunto.
El asunto de la edad es irrelevante, porque esa es la información que sale a la prensa y no necesariamente corresponde al expediente del proceso investigativo.
¿Justicia sin rostro? Esa práctica fue eliminada por fallo de la Corte hace varios años y la visita fue de un familiar de ‘el rolo’.
El comentario de su testigo sobre los brazaletes me suena a un comentario de algún terrorista, en medio de un gesto burlón conductista que hace que la risa de sus interlocutores indique que se está de acuerdo. Lo cierto es que NO EXISTEN PRUEBAS, ni evidencias, ni testigos ante autoridad competente, que afirmen que dentro de los pesados, incómodos y apretados uniformes antimotines, se porten armas. Lo demás son rumores que buscan justificar la barbarie de los aprendices de terroristas.
Gracias por sus comentarios.
junio 26, 2006 11:28 AM
vulturno dijo...
Bueno, esto se alargó y sería interesante no dar más vueltas sobre el asunto. Usted me recuerda en el último comentario una de las razones para sentirme en contra del escenario de los tropeles: las agresiones hacia adentro y afuera de la Universidad que hacen los tropeleros independientemente de su enfrentamiento con la Policía o como resultado colateral de este. En ese plano hay acciones de auténtica vocación homicida que han causado muchísimo daño.
Ese otro debate que se deriva de la veracidad de lo publicado, me resulta interesante. Cuando se divulga que el detenido tenía un perfil determinado (de hecho estoy averiguando si Gamboa tenía vinculación con la Universidad Nacional y por ahora he encontrado que no estuvo matriculado alguien con ese nombre durante los últimos dos años). Por ejemplo los comentarios puestos a la noticia en el foro de El Tiempo encontraban en esos caracteres (los de la edad y las múltiples carreras) la prueba reina para condenarlo. Incluso algún comentarista decía algo como que a ese terrorista lo conocía todo el país. Yo estuve en cierta política de izquierdas en la Universidad en los noventas y la cara (o las caras) del tipo no me dice nada. Y eso que alguna vez vi al famoso alias 'plotter' desmovilizado de las Farc, quien a comienzos de los noventa tenía fama de reinsertado del M19 y también era apodado Guri Guri. En fin, el muerto no era tan famoso.
El efecto político de una falsedad o de un hecho tremendista sin confirmar no debe ser despreciado. El hecho de que no incida en el proceso judicial (a propósito, es bueno ver lo que se dice hoy en El Tiempo sobre el caso de Alberto Santofimio Botero), no quiere decir que no se pongan en juego cosas delicadas.
El papel de la prensa no es tan neutral, más bien goza de un estatus de irresponsabilidad consentida. Casos como el del collar bomba, en el cual creí por meses en la autenticidad de la sindicación a las Farc, sobre todo por plausible; reflejaron el impacto que tienen esos pecadillos de contrainformación que sueltan las autoridades a los noticieros. Los colombianos que siguen hablando de ese caso, mayoritariamente no leyeron lo que divulgó el PIE de El Espectador al respecto y siguen con la primera imagen.
Acusar al que no es representa encubrir al que sí es, para empezar. En agosto del 95, un grupo de la Disponible la chocó con una manifestación que solo había sido autorizada como concentración. Tenía la orden, legal y todo, de dispersarla. Se desataron disturbios y un manifestante terminó con un tiro en la frente. Toda la unidad se hizo la prueba del guantelete ese mismo día, CM& los alineó a todos y les preguntó sobre su responsabilidad, a lo cual todos negaron haber disparado. El General Gilibert propuso ante la prensa que el disparo vino de los manifestantes. Durante el proceso se llegó a distorsionar el informe sobre la dirección de entrada de los disparos en el separador del puente de la calle 26 con calle 34 para hacerla incoherente con las evidencias fotográficas y de video presentadas por los denunciantes. La persitencia del abogado que los representaba consiguió corregir esa abominación (hoy es hombre muerto, a propósito, así no haya sido por ese caso). Después de un larguísimo litigio hubo medida condenatoria contra uno de los agentes. A mí nadie me va a quitar de la cabeza que los policías sacrificaron a alguien que les caía gordo o encubrían a alguno con rango, porque los tiros salieron por el costado derecho de la tanqueta en movimiento y el condenado fue el agente conductor.
Nunca hubo costo siquiera político para Gilibert por encubrir la responsabilidad de los asesinos a punta de calumnias, ni CM& volvió sobre el tema, ni nadie pagó por el informe viciado de balística.
De ese tipo de iniquidades no se deriva una apología de las atroces felonías que hagan los enemigos de la legalidad, con o sin discurso. A mí me tiene sin cuidado el 'good will' de las guerrillas o de los vendedores de bazuco o los violadores en masa. Tengo sin embargo el derecho ciudadano a incomodarme por la manipulación de la justicia y su divulgación hacia la impunidad.
junio 26, 2006 12:55 PM