La impunidad moral
14 junio 2006
Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso
La última columna de Alfredo Molano en El Espectador es una patética muestra de lo desinformado que puede estar uno de los “intelectuales” más reconocidos por ciertos sectores del país.
En dicha columna, titulada La verdadera pesadilla, Molano hace una grave denuncia sobre la impunidad que ha rodeado varios casos en los que se han visto implicadas tropas del Ejército.
En uno de los apartes, Molano afirma:”La impunidad se reproduce. El caso de Anaime, Cajamarca, está en la misma línea. Se recordará: una familia corría por la carretera hacia el hospital porque uno de sus hijos gritaba de dolor de oído. Los “orgánicos del Batallón Pijao” gritaron a su vez ¡alto! y dispararon. Resultado positivo: tres adultos y dos niños muertos. Culpable, según el general Ospina: las condiciones meteorológicas”.
Este párrafo está construido con una idea general (la impunidad) y luego entra a describir dicha idea, mostrando un ejemplo que la sustenta, es decir, el caso Cajamarca.
Lo que Molano quiere decir es que en esa masacre, los autores del crimen han escapado a toda investigación tendiente a permitir su imputación, arresto, juzgamiento y condena.
Pero en el caso específico de Cajamarca, lo que dice Alfredo Molano es una total mentira, que obedece a la pereza de informarse o al propósito concreto de desinformar... claro, también puede incluirse la intención de mentir para fortalecer sus torcidos argumentos, pues sabe bien que siempre gozará de la impunidad moral que le brindan sus confundidos lectores.
En el crimen de Cajamarca algunos podrían opinar que la justicia ha sido lenta y que las declaraciones oficiales después de los hechos fueron apresuradas y erróneas. Pero de ahí a falsear la información, deliberadamente, para ocultar los hechos jurídicos que están ocurriendo en el proceso investigativo hay un trecho inadmisible.
Después de ocurrida la masacre de los cinco campesinos, la Justicia Penal Militar y la Fiscalía iniciaron la investigación y durante el proceso se presentaron dos colisiones de competencia: la primera fue resuelta en favor de la Justicia Penal Militar que se abstuvo de imponer medida de aseguramiento a los involucrados.
Sin embargo, La segunda colisión se planteó al atenderse una prueba de balística allegada a la investigación. En esa oportunidad, la competencia fue asignada a la justicia ordinaria. Así, un fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá revocó la decisión de la Justicia Penal Militar e impuso medida de aseguramiento a los investigados por el delito de homicidio en persona protegida.
Esto significa que la justicia ordinaria (la Fiscalía en este caso) asumió de lleno el proceso, evitando que se tendiera un manto de impunidad sobre la muerte de los campesinos, como lo intentó hacer, en su momento, la Justicia Penal Militar.
Además, la Fiscalía no solo logró apoderarse de la investigación, sino que ya hay importantes resultados en el proceso judicial.
El 1 de febrero de este año, la Fiscalía llamó a juicio, por el delito de homicidio en persona protegida, a siete militares implicados en la masacre. La resolución de acusación de la Fiscalía señaló que un suboficial y seis soldados profesionales tienen responsabilidad en la muerte de los cinco civiles (entre ellos dos menores de edad) en la acción ocurrida en Cajamarca, Tolima.
Posteriormente, el 30 de mayo pasado, la Fiscalía dictó medida de aseguramiento contra otros dos militares, un oficial y un suboficial, quienes comandaban la unidad militar que asesinó a los cinco campesinos.
Los dos uniformados fueron acusados de homicidio múltiple agravado, desaparición forzada, tortura, secuestro y hurto.
Además, el oficial, un capitán del Ejército, fue acusado de falso testimonio y falsedad ideológica en documento público. Este oficial está detenido en la cárcel La Picota en Bogotá.
Es que la investigación de la Fiscalía no solo se concentró en la masacre, sino que analizó las actividades de la unidad militar en la región. En esas pesquisas encontró que los comandantes militares habían robado varias cabezas de ganado para luego sacarlas de la zona y venderlas en ciudades como Bogotá, Ibagué y Armenia.
De igual forma, la Fiscalía hizo un contraste de pruebas y encontró que las declaraciones del oficial al mando sobre la muerte de los campesinos, contradecían las evidencias encontradas en el sitio de los hechos.
En resumen, hasta el momento la Fiscalía ha llamado a juicio a un suboficial y a seis soldados profesionales y tiene detenidos y en vísperas de ser llamados a juicio, a un oficial y a un suboficial que comandaban la unidad militar. Esto significa que, penalmente, nueve militares están respondiendo ante los estrados judiciales por los hechos de Cajamarca… ¿esto se llama impunidad?
No imagino la desazón que sentirán los fiscales que están investigando la masacre de Cajamarca cuando leen que, pese a sus esfuerzos y a los RESULTADOS, un columnista habla de impunidad en el caso.
Pero los hechos son los hechos, y las decisiones judiciales están ahí, al alcance de cualquiera que tenga la buena fe de informar a sus lectores con situaciones reales (en este caso incontrovertibles), pues difundir la apariencia de una impunidad generalizada tiene un propósito claro: alarmar a los lectores con falsedades urdidas para generar una necesidad de cambio mediante la instauración de un nuevo modelo de Estado.
Parece que mientras la impunidad judicial se reduce, la impunidad moral crece en las huestes de aquellos prepotentes que abusan de la credibilidad otorgada por sus ingenuos, ignorantes o desinformados lectores.
La última columna de Alfredo Molano en El Espectador es una patética muestra de lo desinformado que puede estar uno de los “intelectuales” más reconocidos por ciertos sectores del país.
En dicha columna, titulada La verdadera pesadilla, Molano hace una grave denuncia sobre la impunidad que ha rodeado varios casos en los que se han visto implicadas tropas del Ejército.
En uno de los apartes, Molano afirma:”La impunidad se reproduce. El caso de Anaime, Cajamarca, está en la misma línea. Se recordará: una familia corría por la carretera hacia el hospital porque uno de sus hijos gritaba de dolor de oído. Los “orgánicos del Batallón Pijao” gritaron a su vez ¡alto! y dispararon. Resultado positivo: tres adultos y dos niños muertos. Culpable, según el general Ospina: las condiciones meteorológicas”.
Este párrafo está construido con una idea general (la impunidad) y luego entra a describir dicha idea, mostrando un ejemplo que la sustenta, es decir, el caso Cajamarca.
Lo que Molano quiere decir es que en esa masacre, los autores del crimen han escapado a toda investigación tendiente a permitir su imputación, arresto, juzgamiento y condena.
Pero en el caso específico de Cajamarca, lo que dice Alfredo Molano es una total mentira, que obedece a la pereza de informarse o al propósito concreto de desinformar... claro, también puede incluirse la intención de mentir para fortalecer sus torcidos argumentos, pues sabe bien que siempre gozará de la impunidad moral que le brindan sus confundidos lectores.
En el crimen de Cajamarca algunos podrían opinar que la justicia ha sido lenta y que las declaraciones oficiales después de los hechos fueron apresuradas y erróneas. Pero de ahí a falsear la información, deliberadamente, para ocultar los hechos jurídicos que están ocurriendo en el proceso investigativo hay un trecho inadmisible.
Después de ocurrida la masacre de los cinco campesinos, la Justicia Penal Militar y la Fiscalía iniciaron la investigación y durante el proceso se presentaron dos colisiones de competencia: la primera fue resuelta en favor de la Justicia Penal Militar que se abstuvo de imponer medida de aseguramiento a los involucrados.
Sin embargo, La segunda colisión se planteó al atenderse una prueba de balística allegada a la investigación. En esa oportunidad, la competencia fue asignada a la justicia ordinaria. Así, un fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá revocó la decisión de la Justicia Penal Militar e impuso medida de aseguramiento a los investigados por el delito de homicidio en persona protegida.
Esto significa que la justicia ordinaria (la Fiscalía en este caso) asumió de lleno el proceso, evitando que se tendiera un manto de impunidad sobre la muerte de los campesinos, como lo intentó hacer, en su momento, la Justicia Penal Militar.
Además, la Fiscalía no solo logró apoderarse de la investigación, sino que ya hay importantes resultados en el proceso judicial.
El 1 de febrero de este año, la Fiscalía llamó a juicio, por el delito de homicidio en persona protegida, a siete militares implicados en la masacre. La resolución de acusación de la Fiscalía señaló que un suboficial y seis soldados profesionales tienen responsabilidad en la muerte de los cinco civiles (entre ellos dos menores de edad) en la acción ocurrida en Cajamarca, Tolima.
Posteriormente, el 30 de mayo pasado, la Fiscalía dictó medida de aseguramiento contra otros dos militares, un oficial y un suboficial, quienes comandaban la unidad militar que asesinó a los cinco campesinos.
Los dos uniformados fueron acusados de homicidio múltiple agravado, desaparición forzada, tortura, secuestro y hurto.
Además, el oficial, un capitán del Ejército, fue acusado de falso testimonio y falsedad ideológica en documento público. Este oficial está detenido en la cárcel La Picota en Bogotá.
Es que la investigación de la Fiscalía no solo se concentró en la masacre, sino que analizó las actividades de la unidad militar en la región. En esas pesquisas encontró que los comandantes militares habían robado varias cabezas de ganado para luego sacarlas de la zona y venderlas en ciudades como Bogotá, Ibagué y Armenia.
De igual forma, la Fiscalía hizo un contraste de pruebas y encontró que las declaraciones del oficial al mando sobre la muerte de los campesinos, contradecían las evidencias encontradas en el sitio de los hechos.
En resumen, hasta el momento la Fiscalía ha llamado a juicio a un suboficial y a seis soldados profesionales y tiene detenidos y en vísperas de ser llamados a juicio, a un oficial y a un suboficial que comandaban la unidad militar. Esto significa que, penalmente, nueve militares están respondiendo ante los estrados judiciales por los hechos de Cajamarca… ¿esto se llama impunidad?
No imagino la desazón que sentirán los fiscales que están investigando la masacre de Cajamarca cuando leen que, pese a sus esfuerzos y a los RESULTADOS, un columnista habla de impunidad en el caso.
Pero los hechos son los hechos, y las decisiones judiciales están ahí, al alcance de cualquiera que tenga la buena fe de informar a sus lectores con situaciones reales (en este caso incontrovertibles), pues difundir la apariencia de una impunidad generalizada tiene un propósito claro: alarmar a los lectores con falsedades urdidas para generar una necesidad de cambio mediante la instauración de un nuevo modelo de Estado.
Parece que mientras la impunidad judicial se reduce, la impunidad moral crece en las huestes de aquellos prepotentes que abusan de la credibilidad otorgada por sus ingenuos, ignorantes o desinformados lectores.
16 comentarios
Benjamín González Uribe dijo...
Estos columnistas incluido Daniel Samper y la vieja de la Dussan tienen patente de corso para insultarnos y para desinformar. Precisamente en una columna del desgraciado del Samper en la que se fue lanza en ristre contra los que habian votado por el presidente, yo le repligue fuertemente a su email y el en una salida que pone en eligro mi vida, expuso lo eviado a su email junto con mi correo electronico. Los amigasos de el no tardaron en llenar mi correo con toda clase de improperios e insultos por haberle dicho a Danielito que era un apatrida proguerrillero y comunista. Dewjo esta constancia por lo que me pueda pasar. Pues asi actuan esas lacras cuando alguno los controvierte.
junio 14, 2006 7:25 AM
Jaime Ruiz dijo...
Jaime, muy interesante porque se trata de una mentira cínica, aunque lo peor de ese personaje no son las mentiras. Sus verdades son más condenables. Recuerdo una edición de UN Noticias en que se daba cuenta de un simposio de profesores y de investigadores del IEPRI y Molano tranquilamente decía que no se podía reprochar a las FARC sus métodos ilegales de financiación, pues ¿cómo podrían financiarse legalmente si su lucha estaba proscrita? Eso desgraciadamente es cierto, los profesores de la Nacional y los de la USO y los de Telecom no piensan en dar un 10 % de su cuantioso sueldo o pensión a los que se la consiguen, que son en realidad pobres rústicos y niños, sino que esperan que éstos se financien de otra manera. Mentir no es lo más grave.
Molano ya tiene 62 años y probablemente esté pensionado de la Universidad, pero en su tiempo era el líder indiscutible del profesorado. Recuerdo en plena efervescencia del Caguán, cuando escribía una columna, la misma semana en que castraban a un policía en un pueblo del Huila, dedicada a contar que le había tocado BARRER por estar en Barcelona. Unas semanas después no obstante fue a Colombia a recibir un homenaje solemne de la UIS, ni siquiera del gremio de profesores, sino de la propia institución.
Pero a fin de cuentas no es más que el representante más arquetípico de la clase que domina a Colombia y ordeña copiosamente al Estado. ¿Alguien sabe cuántos ex rectores de universidades públicas hay? Cuando Hernando Gómez Buendía era columnista de Semana (creo, o de El Tiempo) explicaba que cada vez que un profesor estaba cerca de jubilarse accedía al rectorado. Con lo que son cientos de ex rectores pensionados, muchísimos menores de 60 años (obviamente de los mismos que esperaban que fuera presidente un hombre de 69), pero tal vez no la mayoría, pues se trata de una especie longeva. ¿Cómo se llega a ser rector? Perteneciendo a una organización de izquierda de los sesenta y teniendo buenas relaciones con los demás profesores, todos relacionados con esa especie de masonería. Pero ¿cómo se llega a destacar en las organizaciones de izquierda? No es lo mismo que en las organizaciones productivas, donde se madruga, se acierta, se corren riesgos, se presta un servicio a los demás. En el mundo universitario y comunista el mando está donde esté el rango social. De ese modo la izquierda se vuelve sólo el mecanismo que garantiza la perpetuación del mando para los de siempre por encima de toda productividad y de toda competencia, y de ese modo los descendientes de los encomenderos de la época del Quijote llegan a la edad que tenía el hidalgo en la novela con las mismas rentas seguras de sus antepasados.
En fin, Molano es sólo el portavoz de esa gente y el día que se escriba la historia de esta época las hemerotecas prestarán un gran servicio con su colección de lindezas. Yo desafío a cualquier lector a leer con atención cualquier columna de Molano. Siempre hay un trasfondo criminal, pero no es exclusivo. ¿Nadie leyó los textos jurídicos de Carlos Gaviria en que explica que el rebelde necesita garantías de quedar impune por matar soldados porque de otro modo no podrá llevar a cabo su empresa altruista? ¿Y la entrevista, creo que en EquinoXio, en que dice que a las FARC hay que creerles cuando dice que no hicieron lo de Transmilenio?
Ese cinismo es tan corriente que de algún modo infecta todo lo colombiano. El que crea que hay un país que no está expresado en esa clase de gente peca de ingenuo. La sociedad colombiana de las últimas décadas llegó a ser eso. Los niños y rústicos sólo han estado haciendo el trabajo sucio. Son otras víctimas. Los victimarios son los miles de abimolanos que forman cada años las "universidades".
junio 14, 2006 8:08 AM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A DON BENJAMÍN:
Recuerdo perfectamente el hecho al que usted se refiere y la colección de mensajes publicados.
También recuerdo un viejo incidente en el que Daniel Samper fue acusado de sicario moral en una reuníón social por un político de la época.
Lo que molesta es esa impunidad moral, esa permisividad de la sociedad frente a los abusos de algunos columnistas y también ofenden las mentiras que ofrecen como verdades para sustentar sus débiles argumentos.
Gracias por sus comentarios.
junio 14, 2006 9:32 AM
ida dijo...
I can't understand Spanish so I can't understand what your blog is talking about. But I'm very curious about your blog. What are you talk about and why you have so many comments which also talk a lot.
junio 14, 2006 10:05 AM
Sergio Méndez dijo...
Atrabilioso:
¿Desde cuando investigar un crimen es equivalente a que no haya impunidad? Que los militares hayan sido investigados por la fiscalía y no por la justicia penal militar es lo mínimo que puede uno esperar, pero no es equivalente a que los culpables hayan sido CONDENADOS ¿O es que los grandes magnicidios políticos de este país no están impunes por haber sido investigados?
junio 14, 2006 10:23 AM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A SERGIO MÉNDEZ:
Un proceso judicial comienza con la investigación, posteriormente se dictan las medidas de aseguramiento, luego se hace el llamado a juicio y finalmente se determina la culpabilidad o inocencia. Pero un elemento contundente es la vinculación procesal de los implicados... eso es todo lo contrario a impunidad.
De hecho, cuando hay investigación e implicados en un proceso, esto CONTRADICE EL CONCEPTO de impunidad.
Finalmente, si los grandes magnicidios están impunes por haber sido investigados, entonces, ¿cuál es el camino?
Gracias por sus comentarios.
junio 14, 2006 11:12 AM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A JAIME RUÍZ:
DE Molano son inquietantes las mentiras y las verdades, porque con unas "ajusta" sus manipulados argumentos y con las otras evidencia la podredumbre mental y moral de su proceder.
En cuanto a Carlos Gaviria, fue evidente que durante su campaña creyó que los colombianos éramos estúpidos a tal punto de concederle credibilidad a los terroristas, secuestradores y asesinos de las FARC.
Gracias por sus comentarios.
junio 14, 2006 11:15 AM
Atrabilioso dijo...
NOTE OF THE DIRECTION TO IDA:
Its comment shows the need to translate some columns. Atrabilioso is a politics related opinion blog, security and up-to-date themes. The number of comments depends on the theme and the users of the System express their opinions with total liberty and without restrictions of space. Thanks by their visit.
junio 14, 2006 11:28 AM
Sergio Méndez dijo...
Atrabilioso:
Obvio que debe haber una investigación en un proceso. Pero que haya investigación no es garantía de que un crimen no quede impune. La investigación es condición necesaria pero no suficiente para evitar la impunidad.
junio 14, 2006 12:21 PM
Realista dijo...
Atrabilioso, Ida is not english speaking person, y eso se nota en la forma como escribe y por el error de gramatica tan grande que acaba de cometer. A lo mejor me equivoque pero esa es mi apreciacion y que conste que vivo rodeada de personas que hablan solo ingles.
junio 14, 2006 5:19 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECIÓN A SERGIO MÉNDEZ:
Sin embargo, que haya investigación y decisiones judiciales son avances que no pueden ser considerados como impunidad.
Lo cierto es que en el caso Cajamarca no hay asomo de impunidad y afirmar algo diferente es mentir.
junio 14, 2006 6:17 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A REALISTA:
Efectivamente ella es una joven asiática que por casualidad entró a Atrabilioso.
Un abrazo.
junio 14, 2006 6:18 PM
El usuario anónimo dijo...
Hay que entender, que vivimos en un país donde el nerviosismo y el afán que existe en las tropas del ejército, por combatir el terrorismo, presenta situaciones como las que últimamente se vienen dando.
Pero que el desarrollo de las investigaciones tenga un carácter parsimonioso, no es de extrañar.
Cuando se deja de hacer un juicio MORAL Y JUSTO, allí si existe la impunidad.
saludos
junio 14, 2006 9:14 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A VIRGILIO:
Estamos completamente de acuerdo.
Gracias por sus comentarios.
junio 15, 2006 9:59 AM
Sergio Méndez dijo...
Atrabilioso:
Hasta que yo no vea a los culpables tras las rejas, no voy a aceptar que NO hay impunidad. Por simple definición, si no hay culpables pagando hay impunidad.
junio 17, 2006 9:28 AM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A SERGIO MÉNDEZ:
Yo no sabía que La Picota es un centro vacacional. Tampoco tenía conocimiento que la cárcel de Tolemaida es un conjunto recreativo para prisioneros.
¡Qué buenos datos!
junio 17, 2006 10:20 AM