Medidas impopulares pero inaplazables
07 febrero 2006
Por Jaime Restrepo. Director Sistema Informativo Atrabilioso
Cuando Antanas Mockus era candidato a la Alcaldía de Bogotá para su segundo periodo, todos sus contrincantes ofrecían no incrementar los impuestos en la ciudad. Pero Mockus, con toda la seriedad, prometía todo lo contrario: “es necesario subir impuestos y sería irresponsable no hacerlo”.
Hay decisiones que son impopulares, que afectan a la ciudadanía y que generan malestar... pero son necesarias y urgentes. Aunque hay actuaciones de Luis Eduardo Garzón que no me gustan, es importante destacar las medidas que tomó el viernes 27 de enero, porque muestran que conformó un buen equipo que toma decisiones rápidas en momentos de crisis.
Ese día, los ingenieros que trabajan en el intercambiador vial de la 80 con Avenida NQS detectaron un movimiento extraño en el puente que está en funcionamiento en el sitio. A los pocos minutos revisaron la estructura y detectaron una fisura. De inmediato la administración distrital decidió cerrar el paso de los buses de Transmilenio por la 80, hasta que no se evaluara el daño en el puente.
La situación ocurrió en plena hora pico: se calcula que 60 buses de Transmilenio quedaron detenidos en las estaciones cercanas al puente de la 80 y centenares de personas, a pie, tenían que hacer la conexión entre las estaciones. La calzada de Transmilenio era un río humano que intentaba entrar a las estaciones por cualquier parte. El caos vehicular no tardó en llegar y tanto en la 80 y como en la NQS se formó un monumental trancón. Además, la estación de la 76 con Caracas, la más congestionada porque es la estación para tránsito entre las líneas de la Caracas y la 80, estaba a reventar.
Pero la decisión de cerrar un tramo del Sistema mientras se hacía la revisión puede ser todo lo impopular que se quiera, generar un enorme malestar en los miles de usuarios, producir quejas, gritos y los improperios propios de los desesperados; pero fue una medida rápida y responsable, pues la Administración tuvo que decidir entre el caos o la seguridad, es decir, escoger entre un monumental trancón o una posible tragedia.
Además, la medida fue tomada con prontitud, lo que demuestra capacidad para enfrentar las crisis que se presentan.
Claro, queda el asunto del mantenimiento preventivo y de no haber estado más pendientes del puente que está ubicado en medio de una obra compleja, pues este intercambiador es un sistema que incluye pasos elevados y deprimidos, carriles para buses de Transmilenio y para vehículos particulares; puentes peatonales y la complicada conexión con la NQS. Aunque valga aclarar, el puente que presentó la fisura será demolido para dar paso a la monumental obra de la 80 con NQS.
Pero el descuido de los contratistas queda en un segundo plano, pues la administración Garzón obró con responsabilidad y prefirió los insultos a la inseguridad y asumió con valor una decisión que muchos hubiesen evitado, confiados en la suerte de que nada ocurriría.
Bien por la administración Garzón, pues demostró que en cuanto a la vida y a la seguridad carece de indiferencia y en las crisis toma decisiones acertadas.
Cuando Antanas Mockus era candidato a la Alcaldía de Bogotá para su segundo periodo, todos sus contrincantes ofrecían no incrementar los impuestos en la ciudad. Pero Mockus, con toda la seriedad, prometía todo lo contrario: “es necesario subir impuestos y sería irresponsable no hacerlo”.
Hay decisiones que son impopulares, que afectan a la ciudadanía y que generan malestar... pero son necesarias y urgentes. Aunque hay actuaciones de Luis Eduardo Garzón que no me gustan, es importante destacar las medidas que tomó el viernes 27 de enero, porque muestran que conformó un buen equipo que toma decisiones rápidas en momentos de crisis.
Ese día, los ingenieros que trabajan en el intercambiador vial de la 80 con Avenida NQS detectaron un movimiento extraño en el puente que está en funcionamiento en el sitio. A los pocos minutos revisaron la estructura y detectaron una fisura. De inmediato la administración distrital decidió cerrar el paso de los buses de Transmilenio por la 80, hasta que no se evaluara el daño en el puente.
La situación ocurrió en plena hora pico: se calcula que 60 buses de Transmilenio quedaron detenidos en las estaciones cercanas al puente de la 80 y centenares de personas, a pie, tenían que hacer la conexión entre las estaciones. La calzada de Transmilenio era un río humano que intentaba entrar a las estaciones por cualquier parte. El caos vehicular no tardó en llegar y tanto en la 80 y como en la NQS se formó un monumental trancón. Además, la estación de la 76 con Caracas, la más congestionada porque es la estación para tránsito entre las líneas de la Caracas y la 80, estaba a reventar.
Pero la decisión de cerrar un tramo del Sistema mientras se hacía la revisión puede ser todo lo impopular que se quiera, generar un enorme malestar en los miles de usuarios, producir quejas, gritos y los improperios propios de los desesperados; pero fue una medida rápida y responsable, pues la Administración tuvo que decidir entre el caos o la seguridad, es decir, escoger entre un monumental trancón o una posible tragedia.
Además, la medida fue tomada con prontitud, lo que demuestra capacidad para enfrentar las crisis que se presentan.
Claro, queda el asunto del mantenimiento preventivo y de no haber estado más pendientes del puente que está ubicado en medio de una obra compleja, pues este intercambiador es un sistema que incluye pasos elevados y deprimidos, carriles para buses de Transmilenio y para vehículos particulares; puentes peatonales y la complicada conexión con la NQS. Aunque valga aclarar, el puente que presentó la fisura será demolido para dar paso a la monumental obra de la 80 con NQS.
Pero el descuido de los contratistas queda en un segundo plano, pues la administración Garzón obró con responsabilidad y prefirió los insultos a la inseguridad y asumió con valor una decisión que muchos hubiesen evitado, confiados en la suerte de que nada ocurriría.
Bien por la administración Garzón, pues demostró que en cuanto a la vida y a la seguridad carece de indiferencia y en las crisis toma decisiones acertadas.
comentarios -Mostrar entrada original
Ocultar comentarios
El usuario anónimo dijo...
ATRABILIOSO:
Providencialmente ,al alcalde Garzon ..."le sono la flauta"...en accion increible por los riesgos politicos que corrio,en un pais donde se critica todo;admirable su entreza y que sirva de ejemplo a otros servidores publicos, cuando hay que tomar decisiones serias deben tomarse, corriendo los riesgos de opinion que conlleven.
Anonimo 7
febrero 07, 2006 4:20 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A ANÓNIMO 7:
Me acojo a sus palabras, pues hemos visto que las decisiones importantes, las que se requiren en momentos de crisis, simplemente recurren a la suerte y "que no pase nada", para no asumir la responsabilidad y tomar una decisión que, aunque impopular, es inaplazable.
Gracias por sus comentarios.
febrero 07, 2006 11:15 PM