Acción con propósito
17 febrero 2006
Por Paola Santacruz N. Columnista Sistema Informativo Atrabilioso.
Mi madre solía decirnos: “estudien intensamente y logren buenas calificaciones para poder ingresar a la universidad... así encontrarán un empleo bien remunerado y con buenos beneficios”. Esa era su gran preocupación, pues siempre anheló que tuviéramos la mayor posibilidad de éxito en nuestras vidas.
En su época se ponía en práctica esta teoría y en la mayoría de ocasiones resultaba, porque las condiciones de la clase trabajadora eran diferentes y lograban cumplir su meta de llegar a la edad de jubilación. Hoy día esa meta tiene peldaños que la hacen casi imposible de alcanzar y las personas pasan por más de cuatro empleos, alejando aun más la posibilidad de lograrlo.
Aquí hay varias cosas: en mi cabeza siempre daban vueltas esas lecciones maternas que me resistía a aceptar porque miraba a mi alrededor y concluía que las personas exitosas, de mi ciudad por ejemplo, no lo obtuvieron gracias a la calificaciones en el colegio (algunos solo llegaron a quinto de primaria). Sin embargo los que eran mi ejemplo juvenil de mucha astucia y poca educación, acentúan un problema productivo y evolutivo: son personas que se resisten al cambio porque su “fórmula” de éxito les resultó y se quedan atrapadas en sus zonas de seguridad. Es más, esos “triunfadores” dejan que sus hábitos operen sus vidas y no tienen en cuenta ni aceptan que hoy en día estamos enfrentados al reto de los avances tecnológicos y globales.
Esas personas no se atreven arriesgar cuando no hay garantía de éxito en lo que emprenden: amar es arriesgarse a tener un corazón herido, casarse es exponerse al divorcio, respirar es exponerse a adquirir una enfermedad por la contaminación ambiental; y lo peor: se conforman con lo que tienen y han logrado, pues aventurarse a entrar en los retos presentes es arriesgarse a perderlo todo. Lo que les resulta imposible de entender es que estamos en una época en la cual, literalmente, se tiene que aprender a amar el cambio porque es el único recurso que se tiene para sobrevivir.
Por otro lado, acceder a una buena educación y lograr altas calificaciones no asegura el éxito y nadie parece haberlo notado, pues a mi generación esa premisa le suena más a sueños infundados que a realidades prácticas. Si bien la educación es importante, es más trascendental tener en cuenta que el éxito está en saber elegir una profesión por el tipo de actividad que se quiere desempeñar, por lo que se quiere en la vida, por el propósito y la pasión que se sienten por un área del conocimiento, sin dejarse guiar por los perfiles que, en esa precisa coyuntura, estén buscando las empresas. Tampoco se puede tomar la decisión basados en la seguridad del empleo, o por los beneficios propios de una profesión determinada, o por lo bien remunerados que son los profesionales del sector: Gracias a Dios, se es libre de hacer y estudiar lo que se desea y no es una sentencia de vida.
En realidad el éxito y la satisfacción personal se adquieren con una combinación equilibrada de inteligencia emocional y conocimientos, es decir, fortaleciendo desde la más temprana edad la disciplina para prepararnos y aplicarnos con todo el compromiso en la educación.
Si queremos ser triunfadores y vivir en un país exitoso, hay que dejar de lado la mentalidad de estudiar para conseguir y conservar un empleo y arriesgarse a crear empresa, a triunfar o fracasar varias veces si es necesario, para llevar a feliz puerto un proyecto laboral y empresarial que además, generará productividad, empleo y desarrollo.
Sin embargo, algunas persona sencillamente carecemos (en cierta manera me incluyo) de la confianza necesaria, o de la ambición, o del coraje de ir en busca de construir algo propio y seguimos pensando en el trabajo ideal de ocho horas de lunes a viernes y con la seguridad de un salario quincenal o mensual para satisfacer nuestras necesidades, sin importarnos el desarrollo del país y dejando de lado la contribución que podemos hacer con nuestros conocimientos e inteligencia, para mejorar el bienestar y apuntalar el progreso de Colombia.
Esa falta de valor se refleja muchas veces en las calles, y vemos ingenieros sin vocación ni formación empresarial que “escampan” conduciendo taxis (ese es un proyecto empresarial si se tiene la visión), contadores que están dictando clases de aeróbicos, biólogos que son meseros en restaurantes y miles de ejemplos más que demuestran el conflicto entre vocación y profesión y son una alarma sobre la ausencia de una preparación empresarial de los profesionales colombianos.
Y es aquí donde claramente se ve reflejado que lo fundamental no es lo que se sabe, sino lo que se hace con lo que se sabe... eso es lo que llamo acción con propósito.
Mi madre solía decirnos: “estudien intensamente y logren buenas calificaciones para poder ingresar a la universidad... así encontrarán un empleo bien remunerado y con buenos beneficios”. Esa era su gran preocupación, pues siempre anheló que tuviéramos la mayor posibilidad de éxito en nuestras vidas.
En su época se ponía en práctica esta teoría y en la mayoría de ocasiones resultaba, porque las condiciones de la clase trabajadora eran diferentes y lograban cumplir su meta de llegar a la edad de jubilación. Hoy día esa meta tiene peldaños que la hacen casi imposible de alcanzar y las personas pasan por más de cuatro empleos, alejando aun más la posibilidad de lograrlo.
Aquí hay varias cosas: en mi cabeza siempre daban vueltas esas lecciones maternas que me resistía a aceptar porque miraba a mi alrededor y concluía que las personas exitosas, de mi ciudad por ejemplo, no lo obtuvieron gracias a la calificaciones en el colegio (algunos solo llegaron a quinto de primaria). Sin embargo los que eran mi ejemplo juvenil de mucha astucia y poca educación, acentúan un problema productivo y evolutivo: son personas que se resisten al cambio porque su “fórmula” de éxito les resultó y se quedan atrapadas en sus zonas de seguridad. Es más, esos “triunfadores” dejan que sus hábitos operen sus vidas y no tienen en cuenta ni aceptan que hoy en día estamos enfrentados al reto de los avances tecnológicos y globales.
Esas personas no se atreven arriesgar cuando no hay garantía de éxito en lo que emprenden: amar es arriesgarse a tener un corazón herido, casarse es exponerse al divorcio, respirar es exponerse a adquirir una enfermedad por la contaminación ambiental; y lo peor: se conforman con lo que tienen y han logrado, pues aventurarse a entrar en los retos presentes es arriesgarse a perderlo todo. Lo que les resulta imposible de entender es que estamos en una época en la cual, literalmente, se tiene que aprender a amar el cambio porque es el único recurso que se tiene para sobrevivir.
Por otro lado, acceder a una buena educación y lograr altas calificaciones no asegura el éxito y nadie parece haberlo notado, pues a mi generación esa premisa le suena más a sueños infundados que a realidades prácticas. Si bien la educación es importante, es más trascendental tener en cuenta que el éxito está en saber elegir una profesión por el tipo de actividad que se quiere desempeñar, por lo que se quiere en la vida, por el propósito y la pasión que se sienten por un área del conocimiento, sin dejarse guiar por los perfiles que, en esa precisa coyuntura, estén buscando las empresas. Tampoco se puede tomar la decisión basados en la seguridad del empleo, o por los beneficios propios de una profesión determinada, o por lo bien remunerados que son los profesionales del sector: Gracias a Dios, se es libre de hacer y estudiar lo que se desea y no es una sentencia de vida.
En realidad el éxito y la satisfacción personal se adquieren con una combinación equilibrada de inteligencia emocional y conocimientos, es decir, fortaleciendo desde la más temprana edad la disciplina para prepararnos y aplicarnos con todo el compromiso en la educación.
Si queremos ser triunfadores y vivir en un país exitoso, hay que dejar de lado la mentalidad de estudiar para conseguir y conservar un empleo y arriesgarse a crear empresa, a triunfar o fracasar varias veces si es necesario, para llevar a feliz puerto un proyecto laboral y empresarial que además, generará productividad, empleo y desarrollo.
Sin embargo, algunas persona sencillamente carecemos (en cierta manera me incluyo) de la confianza necesaria, o de la ambición, o del coraje de ir en busca de construir algo propio y seguimos pensando en el trabajo ideal de ocho horas de lunes a viernes y con la seguridad de un salario quincenal o mensual para satisfacer nuestras necesidades, sin importarnos el desarrollo del país y dejando de lado la contribución que podemos hacer con nuestros conocimientos e inteligencia, para mejorar el bienestar y apuntalar el progreso de Colombia.
Esa falta de valor se refleja muchas veces en las calles, y vemos ingenieros sin vocación ni formación empresarial que “escampan” conduciendo taxis (ese es un proyecto empresarial si se tiene la visión), contadores que están dictando clases de aeróbicos, biólogos que son meseros en restaurantes y miles de ejemplos más que demuestran el conflicto entre vocación y profesión y son una alarma sobre la ausencia de una preparación empresarial de los profesionales colombianos.
Y es aquí donde claramente se ve reflejado que lo fundamental no es lo que se sabe, sino lo que se hace con lo que se sabe... eso es lo que llamo acción con propósito.
15 comentarios -Mostrar entrada original
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Realista dijo...
Paola: me quito el sombrero! que buen articulo te jalaste, lo dice todo; las ultimas frases "y son una alarma sobre la ausencia de una preparación empresarial de los profesionales colombianos" se hace evidente que pocas universidades estan preparando a los estudiantes para ser explotadores de sus conocimientos y capacidaddes.
Ademas dices "Y es aquí donde claramente se ve reflejado que lo fundamental no es lo que se sabe, sino lo que se hace con lo que se sabe... eso es lo que llamo acción con propósito", el articulo de hoy me recuerda los motivos por los cuales estoy haciendo lo que hago y me da en el dia de hoy un puntapie para levantarme de la cama con mucho animo. Gracias por este articulo.
febrero 17, 2006 7:24 AM
Icarus_ dijo...
¡Güao, digo lo mismo que realista: me quito el sombrero!
Necesitamos sacarnos la idea esa de que el estudio debería garantizar buenas rentas. La cuestión es dejar la quejadera por la mala situación económica y mejor pensar en qué puedo usar mis habilidades y mis conocimientos para hacer algo PRODUCTIVO desde mi puesto de trabajo o desde mi propia empresa. Pondré un enlace a este artículo desde la portada de la blogoteca. Gracias, Paola.
febrero 17, 2006 8:58 AM
El usuario anónimo dijo...
PAOLA ANREA SANTACRUZ:
Ovacion cerrada y de pie merece tu escrito,joven, estimulante, decidido,claro,optimista , vibrante,todo un mensaje para la juventud y una muestra de optimismo para los ya ni tan jovenes, satisface el constatar que hay jovenes como tu con una vision tan definida.
Felicitaciones a Colombia por tener jovenes como tu...
Un abrazo, asi de grande
Simpliciano
febrero 17, 2006 9:39 AM
m t dijo...
Si, Paola, bastante motivante el mensaje que nos dejas, y muchas gracias por compartir tu acertada vision. Es refrescante y acertivo no solo para colombianos, pues en los paises del primer mundo uno encuentra el mismo problema, a veces justificada como practicalidad.
Claro que no todo el mundo esta hecho de la misma madera y tienen la misma vocacion. Pero precisamente es lo que mas me gusta de tu articulo, cualesquiera que esta sea, o condiciones, lo mejor es hacer de estas lo maximo posible. Asi tiunfamos individualmente y colectivamente.
Lo veo tambien como el espiritu democratico, y una confrontacion directa al autoritarismo y jerarquismo inutil para tantos.
Si todo lo que tu puedes y quieres hacer es poner una venta de pescao en el mercado publico, pues haces eso bien y te realizas. Si tu hija ser una doctora de colonias humanas en el espacio y tiene la capacidad y oportunidad de realizarlo, pues que mas razon para buscar y lograr esa situacion?
Si Colombia quiere felicidad y salir del presente estado no necesita solo ejercitos militares para lograr seguridad democratica, sino que ya dispone de millones de ciudadanos para en democracia contribuir millones de granitos de arena a una mayor seguridad colectiva, en la que la vendedora del mercado publico y la futura astronauta aportan cambios.
Siempre se necesita tener variedad, y lo importante es que estas aporten su maximo.
febrero 17, 2006 10:52 AM
Paola SN dijo...
A Realista:
Es gratificante leer comentarios como el suyo y como los que gratamente he leido hasta el momento. Que chevere saber que hay gente como usted que ama lo que hace, eso le da posibilidades de sentirse plena, con una actitud que la conduce hacer las cosas bien, a la superación profesional, a enfrentar retos y sentirse valiosa para la sociedad. Y es que he observado que las personas son tan felices como deciden serlo, saliendo adelante a base de empeño personal, a base de esa capacidad y tenacidad para emprender y superar riesgo; no hay mejor inversión que la que se hace en talento, en educación. Por ello debemos de tener en cuenta que el futuro de Colombia es nuestro.
Gracias por su comentario.
febrero 17, 2006 4:32 PM
Paola SN dijo...
A Icarus_:
Claro, en lugar de la "quejadera", usar nuestra energía, nuestro talento, educación, ya que son sin duda un gran activo que tenemos y que tiene el pais en nosotros y que debemos expandir y promover como un ejemplo para edificar un mejor mañana. Que opinas de esto: Escoger actuar en vez de postergar.... y escoger, sobre todo, vivir su vida con un propósito y una pasión, en vez de un temor y un mundo de prevenciones.
Gracias por su comentario.
febrero 17, 2006 4:33 PM
Paola SN dijo...
A Simpliciano:
Gracias por sus palabras. Es muy motivante. Es que hay que dejar de ser personas pasivas que, en lugar de buscar la manera de cambiar o mejorar la sitación, suponemos que las circunstancias estan dadas y que no hay nada que hacer, y nos guardamos para una oportunidad que talvez no llegará, claro esta, si no la buscamos. Colombia es un país rico en muchos frentes industriales, comerciales y sociales, ¿Porque no sacar partido de ello?.
Nuevamente, gracias por su comentario.
febrero 17, 2006 4:37 PM
Paola SN dijo...
A MT:
Bueno, es ahí donde está la capacidad de nosotros para poder generar el crecimiento de nuestro país, hay que tener los pies bien firmes y los ojos bien abiertos en busca de oportunidades.
Gracias por su comentario.
febrero 17, 2006 4:38 PM
OZZ dijo...
Hace mucho no encontraba algo interesante en este blog, el tema de hoy amerita un comentario....Es cierto la vida de empleado es dura y ademas ya no es muy bien remunerada y se presta para aprender "mañas" y "vicios" y lo peor de todo COMFORMISMO, esa cuestion de producirle alos demas es una cosa muy "jarta", los que tuvimos la oportunidad de relizar estudios superiores tenemos el KNOW-HOW para hacer las cosas, y desarrollarlas, es cierto que en este pais no hay muchas garantias para formar empresa , pero creo que eso lo hace mas interesante que ante tantas trabas uno como que se motiva mas, de pronto los beneficios que uno pueda dar a este pais son pocos(aunque no se los merezca), pero lo importante es pensar en uno mismo y de esa manera se supera todo.
febrero 17, 2006 6:04 PM
OZZ dijo...
Perdon ....CONFORMISMO(siempre cometo errores al escribir por afan ano ser pillado)
febrero 17, 2006 6:09 PM
Paola SN dijo...
A Ozz:
Miremoslo así: para las personas con un espiritu emprendedor tenaz, un empleo les puede servir de pasantía. ¿Estas deacuerdo en que un devenga mientras aprende?, ¡No hay nada mejor!. Por lo tanto, si uno se desempeña bien en su trabajo, entonces la cuestión no es el trabajo.... uno es valioso para el mercado, no para el trabajo en si. En este orden de ideas, hombre, que bueno pensar en que estás en este país, que te tocó, si quieres, como dice usted, ya que se tiene el KNOW-HOW para hacer las cosas, y desarrollarlas: adelante empezar ya...ser un granito de arenas mas. Si se piensa en uno mismo, en hacer las cosas bien, indirectamente le haces bien a la sociedad. Independientemente de todo, Colombia si se lo merece. A veces pienso que escribo muy optimistamente, pero uno debe trabajar hacia la materialización de nuestro máximo pontecial, despues de todo, eso es lo que dejaremos a los "bajitos".
Gracias por su comentario.
febrero 17, 2006 8:38 PM
El usuario anónimo dijo...
¿Quien no tiene días nublados, llenos de sombra en los cuales nos falta el aliento para generar esa Acción de la cual hablas? Aun los hombres valientes y energicos tenemos caídas pronunciadas.
Pero la naturaleza tiene una lección que enseñarnos, y hay que saber PERSEVERAR..
Paola, deberías escribir más articulos de seguido...
saludos
febrero 17, 2006 8:40 PM
Paola SN dijo...
Al Anónimo:
Todos tenemos días opacos en nuestras vidas, uff! si que si, son parte de ella, aún así, siempre he aprendido lecciones valiosas de ellos, lecciones que nunca hubiera podido aprender si no hubiesen llegado. Lo imperdonable es permanecer en ellos y aceptarlos como un estilo de vida.
Preservar: ponerse de pie, limpiarse la nariz y entrar en acción nuevamente, seguir en el juego. Que buen comentario.
Gracias.
febrero 17, 2006 9:22 PM
El usuario anónimo dijo...
Reconocimiento:
Es reconfortante ver como una mujer joven con ideas frescas y nuevas se atreban a levantar la mano y decir su sentimiento hacia las ideas de otros, es algo k en verdad hace falta en nuestro tiempo las ideas frescas de nuestros jovenes emprendedores, de ideas dinamicas y reales de nuestra epoca, terminemos con las "caducadas" k solo benefician a algunos cuantos y no ala gente k lucha por superarse dia tras dia, esa gente trabajadora k suena con Gobiernos ejemplares y dignos de admiracion y no los actuales k solo piensan en su Beneficio, Esta clase de Jovenes merecen todo el respeto pues es la gente k algun dia cambiaran nuestros pueblos "suena como un sueno" Pero nos damos cuenta k ahi estan y cada ves son mas, y mas preparados, ojala algun dia llegue esta "sangre joven" a lugar indicado y haga el sueno del cambio k todos ansiamos.... un caluroso abrazo y nunca bajes los brazos Paola...Felicidades por tu Articulo.
febrero 19, 2006 11:50 PM
Paola SN dijo...
Al Anónimo:
Primero que todo, gracias por su reconocimiento...
¿sabes una cosa?, las ideas caducadas de las cuales hablas, me recuerda esto: "si continuas haciendo lo que estas haciendo, continuaras recibiendo lo que siempre has recibido", es que es difícil luchar contra esa concepción de éxito de esos algunos. Me da “jartera” de verdad. Vale la pena ser un poco terco y salirse de lo “establecido”, avanzar, ensayar algo nuevo y ver si funciona. Tal vez si, tal vez no, y será un proceso difícil que se debe llevar a cabo con coraje, con el convencimiento de que podes caer pero también levantarte y seguir intentando. Es algo así como un gana-gana.
Y literalmente lo digo: la persona que no sueña, no hace nada, no tiene nada y no es nada.
Gracias.
febrero 20, 2006 10:43 PM