Lo mataron con su propia arma
12 septiembre 2006
Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso.
Se calcula que en el mundo existen 500 millones de armas de mano. Sin embargo, en Colombia nadie sabe con exactitud cuántas circulan, pues no hay un registro confiable del armamento vendido legalmente por el Estado.
A lo anterior se suma que Colombia es el basurero de países que, al terminar sus conflictos armados, han quedado encartados con miles de armas de fuego. Entonces, las venden en el mercado negro y recuperan la inversión.
Ante esta situación, varios alcaldes han decidido impulsar un proyecto de ley para restringir el porte de armas en el territorio nacional.
En ciudades como Bogotá, Medellín, Pereira, Manizales, Armenia, Bucaramanga, Barranquilla y Cali se adelanta una campaña denominada “Reafírmate por el desarme” que busca recoger 1’336.000 firmas de respaldo para el proyecto.
La iniciativa pretende, por ejemplo, cambiar la edad para comprar armas: en la actualidad, desde los 18 años se puede adquirir un revólver legal en Indumil. La iniciativa busca que la edad mínima sea de 25 años.
Esta es una vieja polémica que se revive de vez en cuando. De hecho el que más cerca estuvo de la restricción fue Antanas Mockus, pero el ministerio de Defensa se opuso a la restricción al considerar que “los alcaldes no tienen atribuciones para suspender o restringir el porte de armas amparadas”. Finalmente Mockus solo consiguió que se restringiera el porte en algunas épocas del año.
Desde 1995 la administración distrital impulsó un Plan de Desarme basado en restricciones al porte de armas de fuego durante los fines de semana y festivos.
“El diagnóstico suponía que la violencia homicida era un fenómeno ante todo originado en la intolerancia ciudadana, potenciada por el consumo excesivo de alcohol y por el porte indiscriminado de armas de fuego”.
Sin embargo, hay argumentos interesantes para persistir en la restricción. Una investigación adelantada en El Salvador por la Universidad Centroamericana y el BID determinó que “el fácil acceso y la permisividad en el uso de armas de fuego, fueron factores determinantes de los altos niveles de violencia: más del 43% de las armas utilizadas estaban registradas legalmente”.
¿Realmente un ciudadano está indefenso sin un arma? El manejo óptimo del armamento no es solo saber apretar el gatillo o tener buena puntería. Por el contrario: el manejo adecuado es complejo e implica capacidades específicas de las que carece un ciudadano sin instrucción sobre el tema.
Un documento de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos advierte que existe una clara diferencia entre los agentes del Servicio Secreto y los miembros de la policía: los primeros solo desenfundan su arma cuando saben que la tienen que utilizar y los segundos pueden extraerla como elemento de persuasión.
En Colombia, la Policía ha hecho énfasis en la formación de los uniformados para evitar que utilicen el arma como elemento de poder o disparen por simple sospecha. Independientemente de la visión que se tenga sobre la aplicación o desconocimiento de esta medida, lo cierto es que el entrenamiento busca que los uniformados aprendan a distinguir, en fracción de segundos, entre una amenaza y un tercero ajeno a la situación.
Si este entrenamiento falla, no solo en Colombia sino en todo el planeta, en personas adiestradas que portan armas como parte de su trabajo, ¿qué puede pasar con un civil que solo sabe apuntar, halar del gatillo y tratar de atinar?
Primero veamos las estadísticas: el 70% de los homicidios cometidos en Bogotá han sido causados con arma de fuego. De igual forma, con armas se han cometido el 51% de los atracos contra personas, el 18% de los robos a residencias y el 13% de las lesiones comunes.
Estas estadísticas de la Alcaldía demuestran que es imperativo tomar decisiones drásticas sobre el porte de armas, pues 7 de cada 10 homicidios ocurridos en Bogotá fueron cometidos con arma de fuego.
Ni hablar de la intimidación a los ciudadanos inermes, pues en más de la mitad de los atracos callejeros se utilizaron armas como elemento de amenaza contra la víctima.
Para muchos la solución sería que esos ciudadanos que son asaltados tuvieran un arma para defenderse, pero lo cierto es que el portador se expone cuatro veces más a morir y siete veces más a resultar herido, simplemente porque el arma requiere un acondicionamiento casi instintivo para decidir su uso.
Algunos informes señalan que “los hechos violentos se están cometiendo tanto con armas ilegales como amparadas, lo que reafirma la teoría según la cual la posesión de armas generalmente lleva a su uso fatal”.
La situación del ciudadano en riesgo, que además porta un arma, resulta esclarecedora: efectivamente sabe cómo cargar la munición y disparar… sin embargo, y este es un asunto de muchísima importancia, ¿será capaz de decidir, en fracción de segundos, si su vida está realmente amenazada?
Frente al instinto de conservación hay frenos psicológicos (valores, principios, limitantes de formación, etc.) que en una milésima de segundo se lían en feroz combate contra la conservación, pues quien dispara sabe que va a herir o a matar a otro individuo… ¿el ciudadano de bien estará en capacidad de tomar esa decisión en solo un instante? ¿querrá pasar la línea o simplemente pensará que al mostrar el arma las cosas se solucionarán?
Cuando un civil porta un arma y la muestra sin utilizarla, está en situación de absoluta desventaja, pues mientras tiene una lucha interna sobre la decisión de disparar o no, puede estar enfrentando a un criminal dispuesto no solo a disparar sino a descargar toda la munición para cometer su fechoría.
Esto significa que el ciudadano racionaliza la utilización del arma, mientras que el delincuente instintivamente la va a disparar sin miramientos.
El resultado, en general, es que el ciudadano de bien no utiliza el arma y termina herido o muerto en el enfrentamiento. En un importante porcentaje de casos, el ciudadano es asesinado con su propia arma.
Y lo peor no es eso: resulta que, jurídicamente, el delincuente tiene muchas veces la prueba de haber disparado en defensa propia y sale libre a los pocos meses sin que la justicia lo pueda condenar por homicidio, es decir, el arma del ciudadano de bien le sirve de coartada al criminal para salir impune.
Se calcula que en el mundo existen 500 millones de armas de mano. Sin embargo, en Colombia nadie sabe con exactitud cuántas circulan, pues no hay un registro confiable del armamento vendido legalmente por el Estado.
A lo anterior se suma que Colombia es el basurero de países que, al terminar sus conflictos armados, han quedado encartados con miles de armas de fuego. Entonces, las venden en el mercado negro y recuperan la inversión.
Ante esta situación, varios alcaldes han decidido impulsar un proyecto de ley para restringir el porte de armas en el territorio nacional.
En ciudades como Bogotá, Medellín, Pereira, Manizales, Armenia, Bucaramanga, Barranquilla y Cali se adelanta una campaña denominada “Reafírmate por el desarme” que busca recoger 1’336.000 firmas de respaldo para el proyecto.
La iniciativa pretende, por ejemplo, cambiar la edad para comprar armas: en la actualidad, desde los 18 años se puede adquirir un revólver legal en Indumil. La iniciativa busca que la edad mínima sea de 25 años.
Esta es una vieja polémica que se revive de vez en cuando. De hecho el que más cerca estuvo de la restricción fue Antanas Mockus, pero el ministerio de Defensa se opuso a la restricción al considerar que “los alcaldes no tienen atribuciones para suspender o restringir el porte de armas amparadas”. Finalmente Mockus solo consiguió que se restringiera el porte en algunas épocas del año.
Desde 1995 la administración distrital impulsó un Plan de Desarme basado en restricciones al porte de armas de fuego durante los fines de semana y festivos.
“El diagnóstico suponía que la violencia homicida era un fenómeno ante todo originado en la intolerancia ciudadana, potenciada por el consumo excesivo de alcohol y por el porte indiscriminado de armas de fuego”.
Sin embargo, hay argumentos interesantes para persistir en la restricción. Una investigación adelantada en El Salvador por la Universidad Centroamericana y el BID determinó que “el fácil acceso y la permisividad en el uso de armas de fuego, fueron factores determinantes de los altos niveles de violencia: más del 43% de las armas utilizadas estaban registradas legalmente”.
¿Realmente un ciudadano está indefenso sin un arma? El manejo óptimo del armamento no es solo saber apretar el gatillo o tener buena puntería. Por el contrario: el manejo adecuado es complejo e implica capacidades específicas de las que carece un ciudadano sin instrucción sobre el tema.
Un documento de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos advierte que existe una clara diferencia entre los agentes del Servicio Secreto y los miembros de la policía: los primeros solo desenfundan su arma cuando saben que la tienen que utilizar y los segundos pueden extraerla como elemento de persuasión.
En Colombia, la Policía ha hecho énfasis en la formación de los uniformados para evitar que utilicen el arma como elemento de poder o disparen por simple sospecha. Independientemente de la visión que se tenga sobre la aplicación o desconocimiento de esta medida, lo cierto es que el entrenamiento busca que los uniformados aprendan a distinguir, en fracción de segundos, entre una amenaza y un tercero ajeno a la situación.
Si este entrenamiento falla, no solo en Colombia sino en todo el planeta, en personas adiestradas que portan armas como parte de su trabajo, ¿qué puede pasar con un civil que solo sabe apuntar, halar del gatillo y tratar de atinar?
Primero veamos las estadísticas: el 70% de los homicidios cometidos en Bogotá han sido causados con arma de fuego. De igual forma, con armas se han cometido el 51% de los atracos contra personas, el 18% de los robos a residencias y el 13% de las lesiones comunes.
Estas estadísticas de la Alcaldía demuestran que es imperativo tomar decisiones drásticas sobre el porte de armas, pues 7 de cada 10 homicidios ocurridos en Bogotá fueron cometidos con arma de fuego.
Ni hablar de la intimidación a los ciudadanos inermes, pues en más de la mitad de los atracos callejeros se utilizaron armas como elemento de amenaza contra la víctima.
Para muchos la solución sería que esos ciudadanos que son asaltados tuvieran un arma para defenderse, pero lo cierto es que el portador se expone cuatro veces más a morir y siete veces más a resultar herido, simplemente porque el arma requiere un acondicionamiento casi instintivo para decidir su uso.
Algunos informes señalan que “los hechos violentos se están cometiendo tanto con armas ilegales como amparadas, lo que reafirma la teoría según la cual la posesión de armas generalmente lleva a su uso fatal”.
La situación del ciudadano en riesgo, que además porta un arma, resulta esclarecedora: efectivamente sabe cómo cargar la munición y disparar… sin embargo, y este es un asunto de muchísima importancia, ¿será capaz de decidir, en fracción de segundos, si su vida está realmente amenazada?
Frente al instinto de conservación hay frenos psicológicos (valores, principios, limitantes de formación, etc.) que en una milésima de segundo se lían en feroz combate contra la conservación, pues quien dispara sabe que va a herir o a matar a otro individuo… ¿el ciudadano de bien estará en capacidad de tomar esa decisión en solo un instante? ¿querrá pasar la línea o simplemente pensará que al mostrar el arma las cosas se solucionarán?
Cuando un civil porta un arma y la muestra sin utilizarla, está en situación de absoluta desventaja, pues mientras tiene una lucha interna sobre la decisión de disparar o no, puede estar enfrentando a un criminal dispuesto no solo a disparar sino a descargar toda la munición para cometer su fechoría.
Esto significa que el ciudadano racionaliza la utilización del arma, mientras que el delincuente instintivamente la va a disparar sin miramientos.
El resultado, en general, es que el ciudadano de bien no utiliza el arma y termina herido o muerto en el enfrentamiento. En un importante porcentaje de casos, el ciudadano es asesinado con su propia arma.
Y lo peor no es eso: resulta que, jurídicamente, el delincuente tiene muchas veces la prueba de haber disparado en defensa propia y sale libre a los pocos meses sin que la justicia lo pueda condenar por homicidio, es decir, el arma del ciudadano de bien le sirve de coartada al criminal para salir impune.
26 comentarios -Mostrar entrada original
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El usuario anónimo dijo...
ATRABILIOSO:
Hablando de armas y como continuacion al comentario de ayer,si consideramos que las"armas"de ElTiempo para atacar al gobierno son sus "investigaciones", nada mas sano que utilizar sus mismas "armas" para desenmascarar sus verdaderas intenciones,no sea que quienes terminen haciendole el "juego" a las Farc sean ellos mismos.
Puede ser todo lo fantasiosa que usted quiera ver mi version ,pero este incidente puede ser otra"mina quiebra patas" sembrada con toda malicia para ser"descubierta" por El Tiempo,cuya finalidad no era precisamente atacar a Uribe ni a la ciudadania, era usar la ingenuidad de los periodistas en su afan de crear "primicias" como inteligente arma contra la opinion, ellos mismos se encargarian de "estirarla" creando esa dudda sobre nuestras Fuerzas Armadas y de paso tomarnos el pelo a todos.
Nada mas sano que promover una investigacion a fondo de los periodistas "investigadores" ,de pronto no sean ellos quienes salgan haciendole el juego a las Farc.
Mientras tanto sigamos mordiendo balas....o colas.
Simpliciano
septiembre 12, 2006 9:22 AM
Sistema Informativo Atrabilioso dijo...
NOTA DEL DIRECTOR PARA SIMPLICIANO:
Pues para ese lado hay que mirar, porque cada minuto que pasa muestra que la investigación fue tratada como una primicia y eso es lo peor que puede hacer un periodista: el afán de la chiva es una enorme mina que acaba con la credibilidad.
Conozco a uno de los periodistas que participó en la investigación y puedo asegurar que es una persona de buena fe, analítico y con sentido común... pero en este caso la información se está derrumbando como un castillo de naipes que era totalmente previsible: si la información está centralizada y la fuente es poderosa, solo se obtienen pedazos de información que deben ser interpretados y armados como un rompecabezas. Sin embargo, quedan muchos vacíos por la información fragmentaria que se convierten en grietas por donde se desmorona la información.
Esperemos a ver qué pasa con este asunto, aunque por lo que ha pasado hasta el momento, El Tiempo está quedando en la misma posición de Semana con el tema Rafael García y eso es tremendamente grave para cualquier medio de comunicación.
Un abrazo y gracias por sus comentarios.
septiembre 12, 2006 10:12 AM
Stella dijo...
Pues tener un arma no es garantía de defensa y más si usted es de los que solo la sacan para asustar.
A muchos les ha servido para defenderse de un atraco, de un secuestro y hasta para matar a enemigos.
Particularmente yo pienso que tener un arma en la casa para defenderse de un ataque antisocial, si yo soy una persona equilibrada mentalmente no representa un peligro para los sociales, pero sí para los antisociales. Genera confianza.
Más bien el temor que hay es de los antisociales que ya se estan viendo atacados por muchos ciudadanos que si las autoridades no los protegen ellos se ven obligados a defenderse.
Ahora, preguntar que hacen tantas personas civiles armadas en la calle y luciéndolas como para atemorizar esa si es una pregunta muy buena para la policia que es la encargada del orden público urbano.
septiembre 12, 2006 1:10 PM
El usuario anónimo dijo...
STELLA:
Absolutamente de acuerdo con usted, en una sociedad donde los"buenos"podemos estar armados hasta los dientes, les queda a los malos el factor sorpresa,pero el gran riesgo de ser repelidos con la misma o mayor fuerza con que ellos pensaban amedrentar a su posible victima .
Cuando visito a mis parientes en N.C. me quedo frio al ver su "arsenal" alli hay de todos los calibres y tipos, es casa de "cazadores" ya se puede imaginar las armas que tendran,eso lo saben los pillos de sobra y mas de una vez habran desistido de perpetrar una fechoria por miedo a ser enfrentados.
Simpliciano
septiembre 12, 2006 1:35 PM
Jaime Ruiz dijo...
Eso de las armas sí que es un tema difícil: los dogmáticos liberales las defienden, leí un artículo muy interesante sobre eso, sobre lo que se aprende con un arma en la mano. Y la verdad es que la gente arraigada en EE UU tiene armas y no se vive matando, pero no creo que por ahora se deba pensar en algo así en Colombia:
1. No hay un aparato policial y judicial eficaz.
2. Hay demasiadas situaciones que ponen a prueba la cordura de la gente.
3. No hay una comunidad de gente que se respete sino que cada sector social odia al otro. No es odio racial porque ese supone algún reconocimiento y alguna afirmación de un ser diferente, mientras que en Colombia los que no quieren verse como occidentales blancos son poquísimos (y la mayoría de ésos son precisamente occidentales caucásicos: farsantes, esnobs, vividores).
Entonces queda la cuestión de que el desarme daría ventaja a los bandidos, y se me ocurre que la única forma de compensar eso es mediante la formación de redes ciudadanas de vigilancia, denuncia, solidaridad y civismo, de modo que los desarmados pueden confiar en el respaldo estatal porque tienen forma de presionar los resortes adecuados.
En todo caso no creo que las simples campañas de desarme ni las esculturas con fusiles y puñales proporcionen seguridad. A los interesados les recomiendo este post de un blog colombiano sobre ese tema.
Leyéndolo encontré algo que me convenció: el problema no son las armas sino su ilegalidad. Si realmente no va nadie armado que no tenga su permiso y su registro y el arma correspondiente, seguro que hay muchas menos muertes.
septiembre 12, 2006 2:49 PM
Sistema Informativo Atrabilioso dijo...
NOTA DEL DIRECTOR PARA STELLA:
En alguna oportunidad hablaba con un alto oficial retirado de la Fuerza Aérea que había decidido instalar un restaurante. Él, fiel a sus costumbres, se levantaba muy temprano para supervisar el mercado de su restaurante y con frecuencia, caminaba desde su casa a la plaza de mercado. En una oportunidad lo asaltaron y el portaba su arma. Después de entregar la billetera y el reloj, los antisociales salieron corriendo y culminaron con éxito su acción delictiva. Alguien le preguntó las razones para no utilizar su arma y él respondió: porque mañana sale en los periódicos: “inocente ciudadano es asesinado por enajenado que llevaba una pistola”.
La utilización de armamento no solo implica equilibrio mental: también conlleva un entrenamiento enorme para usarla ADECUADAMENTE de manera instintiva. No solo eso. Para el uso de un arma no solo se requiere de buena puntería en polígono (eso digamos que es relativamente fácil), sino de atinar en un momento crítico y en una situación de máxima tensión y diversos factores adicionales.
Sin el entrenamiento, y ningún civil debe tenerlo, el arma implica psicológicamente poder de igualar al adversario y lleva a la gente a cometer errores de apreciación: si en su casa usted siente ruidos extraños en la noche, agarra su revólver, baja las escaleras, ve una sombra y dispara, puede que solo esté pensando en espantar al criminal, pero los factores del momento le evitarán pensar si quiere disparar para causar heridas, incapacitar al adversario o eliminarlo. ¿Y si era solo un vecino pasado de copas que se equivocó de jardín?
De 10 casos de homicidio, solo 2 tienen que ver con defensa personal. Los restantes son acciones de riña o sicariato.
Sin embargo, el debate está abierto. Gracias por sus comentarios.
septiembre 12, 2006 3:52 PM
Sistema Informativo Atrabilioso dijo...
NOTA DEL DIRECTOR PARA SIMPLICIANO:
La única “ventaja” que tienen los ciudadanos al portar un arma es el miedo que sienten los criminales al cometer el delito… pero ese miedo se convierte en factor decisivo para ellos, porque genera una carga de adrenalina que despierta aún más sus sentidos y adormece sus frenos psicológicos: esto es comparable a lo que ocurre en un combate en donde el miedo se transforma en capacidad, bravura y entereza.
En cuanto a la información de los pillos, el tema resulta mucho más simple: si una banda criminal quiere asaltar la casa que usted menciona, ellos sencillamente incrementarán su poder de fuego y elaborarán tácticas adicionales para dejar en indefensión a las víctimas.
No resulta pertinente comparar a un criminal con una persona común y de bien, porque el criminal ya ha pasado la línea de sus frenos mentales y poco a poco se aleja de ellos y por ende, crece en la escala del delito.
Gracias por sus comentarios.
septiembre 12, 2006 3:52 PM
Sistema Informativo Atrabilioso dijo...
NOTA DEL DIRECTOR PARA JAIME RUÍZ:
Es que los niveles de miedo son fundamentales para analizar un tema de esta naturaleza: esos temores terminan en análisis errados de una situación y, mucho peor, en respuestas altamente negativas.
En cuanto a las armas en EE.UU., resulta interesante analizar que las ciudades con mayor número de armas en manos de civiles, son también las más violentas: Los Ángeles, Chicago, Nueva York y Washington.
La masificación del armamento termina, socialmente, en espiral: si los civiles portan revólveres, pues los criminales los atacarán con pistolas. Si los civiles elevan su poder de fuego a pistolas, entonces los criminales tendrán subametralladoras, etc. Esa situación ha sido analizada repetidamente por varios departamentos de policía en EE.UU. como el NYPD.
Desde mi perspectiva, las armas de fuego deberían ser de uso privativo de las Fuerzas de seguridad del Estado, pues eso generaría una ilegalización automática de todas las armas en manos de civiles, lo que haría más fácil la detección y decomiso de armas de fuego.
Me genera más miedo un civil armado, sin instrucción, que un policía borracho y con su revólver en la cartuchera.
Sin embargo, el tema es álgido y todos los puntos de vista son bienvenidos.
Un abrazo y gracias por sus comentarios.
septiembre 12, 2006 3:53 PM
El usuario anónimo dijo...
ATRABILIOSO:
...me rindo...no dispare...
Suficientemente explicado el asunto,tambien creo que es muchismo mejor una sociedad desarmada, no tods estariamos preparados para "matar" y al menor titubeo,al enfrentar a un criminal, como bien lo explica seriamos asesinados con nuestras mismas armas.
septiembre 12, 2006 5:29 PM
El usuario anónimo dijo...
...fue tanto el susto, que ademas de temblarme la pistola se me olovido firmar.
Simpliciano
septiembre 12, 2006 5:31 PM
SDI dijo...
Ese es un tema que levanta demasiadas opiniones divididas y puede llevar a dudas en una misma persona. Si Colombia no fuera un país de orates, apoyaría sin lugar a dudas el desarme de todas las personas civiles. Pero aquí les tengo un ejemplo que me hace titubear:
Mi novia salió de mi casa a las 8pm entre semana y cogió el bus que la lleva a su casa. En cercanías a Galerías se subió un tipo a cantar con una guitarra y cuando terminó de cantar sacó un "chuzo" oxidado y los amenazó que no quería más monedas, que lo que quería era "billete". Afortunadamente antes que el tipo los robara, el chofer del bus (haciendo uso de su idiosincrasia) sacó la cruceta y amenazó al tipo hasta bajarlo del bus. ¿Qué hubiera pasado si el chofer no hubiera sacado la cruceta? No sé, pero a mí me parece que si los ladrones en general sospecharan que existe la posibilidad de que alguna de sus víctimas estuviera armada y en plenas capacidades mentales de defenderse, ellos lo pensarían más, ¿o acaso ustedes creen que alguien se subiría a robar un bus con un cuchillo sabiendo que hay mínimo 2 pistolas entre las víctimas? Bueno sí, ésto podría llevar a que ahora nos robaran a todos con un arma de fuego, pero pues...qué cosas...
Está en nuestra naturaleza, en nuestros violentos genes de prisioneros españoles, el matarnos así sea con un lápiz sin punta. Valdría la pena que los lectores de Atrabilioso vieran el documental BOWLING FOR COLUMBINE de Michael Moore donde se analiza el problema del porte de armas en los Estados Unidos. Creo podríamos aprender algo de éste.
septiembre 12, 2006 5:41 PM
EDITOR GENERAL OIMC dijo...
Las armas deben restringirse al máximo, definitivamente. Todos los fines de semana hay casos de borrachos (y borrachas) que armados con sus pistolas y sus camionetas de lujo 4x4 asesinan o arollan inocentes por altercados e imprudencias pendejas. Los estudios que citas demuestran que se pierden más vidas que las que se salvan con las leyes actuales. Las armas dan una falsa seguridad en sí mismo a sus portadores, y obviamente el manejo de un arma, el criterio para utilizarla y portarla requiere de cultura, ética y conocimientos. Eso no lo da un salvoconducto tramitado mediante conexiones dudosas con funcionarios corruptos del estado o mafias locales. No soy admirador de Mockus, pero en estas cosas de la cultura ciudadana si se habían logrado avances importantes. Desgraciadamente no hubo continuidad en la política, pero hay que ver que lo logrado en su momento en Bogotá, y luego en las comunas de Medellín, demuestra que si se puede sin armas. Más cultura y menos armas. Y que la plata para la cultura realmente llegue a dónde ha de llegar. Gracias.
septiembre 12, 2006 6:29 PM
Jaime Ruiz dijo...
¡Qué fastidio con Michael Moore! Hace unos días era Farenheit 9-11, ahora Bowling for Columbine. Lo peor es que lo cite gente razonable, en ambos casos. Sobre Bush les recomiendo este artículo de Tom Wolfe, y sobre las armas, por favor, salgan de esos sobreentendidos locales, en Colombia la gente no se mata porque haya armas, puede que las muertes se hayan incrementado por las armas de fuego pero antes en los pueblos se mataban con machete o con barbera. En Suiza tienen una ametralladora en la casa porque forma parte de su servicio militar y no se viven matando. Me imagino algo similar en Israel.
Los estadounidenses corrientes se aburren fácilmente de discutir, de modo que su argumento cuando el otro sale con mucha labia es "Ah, ¿sí? Y entonces, ya que sabes tanto, ¿por qué no estás en la Casa Blanca?". Ojalá ese razonamiento fuera útil porque la ideología presenta un mundo en el que los estadounidenses son unos patanes ignorantes y brutos que no llegan al nivel de los europeos, pero ¡qué curioso!, no se dejaron dirigir por criminales como Hitler y todos los países de Europa han terminado copiando las instituciones que desarrollaron los estadounidenses en el siglo XVIII y no al revés.
Bueno, es que su sociedad es más moderna, se basa en la autonomía del individuo, y esa autonomía pasa por no entregarle su seguridad a otro. El otro siempre es un opresor, siempre va a cobrar cara su "protección". Si EE UU, un país muchísimo menos poblado (y sobre todo menos fértil y sin riquezas) que México (en su momento) llegó a ser la primera potencia del mundo es porque esos valores tienen más fuerza.
Respecto a las armas y la seguridad les recomiendo este capítulo de La rebelión de las masas (los párrafos finales).
La desgracia es que la gente siga esperando la libertad del estatismo, eso me parece sumamente perverso y funesto. Y son muchos los que precisamente creen que Michael Moore ayudó a elegir a Bush: es el tipo de discurso que halaga a gente que heredó la riqueza y el poder en la Costa Este o de gente que, ¡qué casualidad!, vive en países con renta veinte veces más baja!
Atrabilioso, la estadística de la criminalidad tiene una lectura xenófoba: no es que sean las ciudades donde haya más proporción de armas por cada ciudadano, aspecto en las que las superarán muchísimas ciudades pequeñas, sino las ciudades en que hay más inmigrantes latinoamericanos, y también más marginalidad de otro tipo.
septiembre 12, 2006 8:02 PM
Jaime Ruiz dijo...
Perdón, "aspecto en el que las superarían muchas ciudades pequeñas".
septiembre 12, 2006 8:06 PM
SDI dijo...
El "problema" con Michael Moore es que hizo un documental muy sensato sobre el problema de las armas en Estados Unidos. Los documentales anteriores de él no son nada del otro mundo, exceptuando quizá Roger & Me. ¿Y qué decir de sus libros STUPID WHITE MEN y DUDE, WHERE'S MY COUNTRY? Es por culpa de este sujeto que me nace una duda: Si mis inclinaciones aparentemente se sitúan según los estándares colombianos en la derecha, ¿por qué me gusta tanto un izquierdista/sindicalista gringo? Ésta pregunta se acentuó ayer leyendo la columna de la señora Duzán en la que intenta hacer analogías entre el gobierno de Bush y el de Uribe.
septiembre 12, 2006 8:32 PM
Jaime Ruiz dijo...
SDI, esa pregunta suya es muy fácil de responder, es una pregunta ociosa: "¿por qué si soy ateo me gustó esa fanática?". Pues porque era bonita y me miró y me sonrió. Michael Moore es hábil, inteligente y halagador de su público, por eso gusta.
Lo de las armas, EN EE UU, es una discusión que debería tener otros elementos filosóficos, como los párrafos que le recomendé de Ortega, la mera película de Moore se dirige al prejuicio de la gente de que es mejor vivir con orden y paz, como si éstos existieran por un decreto de un buen gobernante. Los europeos tienen índices de violencia muy inferiores a los gringos, pero bastarían los de la guerra de Yugoslavia para igualar la cuenta.
También lo de izquierda y derecha son en última instancia falacias. Ningún régimen se opondría más a la posesión de armas por parte de cualquier ciudadano que uno fascista, mientras que Lenin decía, en una frase muy citada en las universidades colombianas hace unas décadas: "Una clase oprimida que se negara a aprender el manejo de las armas, a tener armas, esa clase oprimida sólo merecería que se la tratara como a esclavos". Un planteamiento libertario supone que la gente, no sólo el Estado, tiene armas. Lo de Michael Moore es estatismo que se vende lleno de sobreentendidos a gente que no se ha planteado el libertarismo. ¿Es de derechas el libertarismo? ¿Qué es izquierda y qué es derecha?
Sobre la columna de la señora Duzán escribí un comentario que lo invito a leer.
septiembre 12, 2006 8:50 PM
Sistema Informativo Atrabilioso dijo...
NOTA DEL DIRECTOR PARA SIMPLICIANO:
Ah… mi querido Simpliciano: usted logra sacarme enormes carcajadas con sus apuntes. Pero no se rinda, porque pasó hace años el tiempo de disparar, aunque debo confesarlo, tengo una excelente puntería y la instrucción para manejar adecuadamente un arma de fuego.
Pero ya ve: el armamento en mi casa es solo para manos entrenadas (ya no las mías) y para seguridad de mi familia.
Un abrazo.
septiembre 12, 2006 9:04 PM
Sistema Informativo Atrabilioso dijo...
NOTA DEL DIRECTOR PARA SDI:
La cruceta de los conductores tiene un fin intimidatorio y de disuasión por heridas y dolor y rara vez se ocasiona la muerte, aunque fíjese que la cruceta es un instrumento para cambiar una llanta. Imagínese a ese mismo conductor que hubiese portado un arma de fuego y, por la hora y la confusión, hubiese disparado y asesinado al criminal. El resultado: el pobre conductor a la cárcel durante 10 años, por lo menos, a pagar la vida del delincuente, porque lo cierto es que en el incidente se habría presentado desigualdad de fuerzas. Entonces, el arma del conductor lo hubiese metido en problemas, hubiese dejado a su familia sin el proveedor y un sabor amargo por la decisión que tomó.
Pero ahí no para todo: cuando las bandas se enteren que los conductores andan armados, no le quepa la menor duda, entrarán al bus y dispararán primero al conductor sin que haya podido siquiera voltearse a ver qué era lo que estaba ocurriendo.
Siguiendo con el ejemplo, el asunto es de espiral: si saben que hay dos personas armadas, pues suben más nerviosos y con armas de fuego y al menor movimiento, dispararán sus armas.
Gracias por sus comentarios.
septiembre 12, 2006 9:04 PM
Sistema Informativo Atrabilioso dijo...
NOTA DEL DIRECTOR PARA EDITOR OIMC:
Lo peor es que en su ejemplo indudablemente esas personas tienen armas legales, en su mayoría y en estado de alicoramiento, asesinan por cualquier motivo: porque miró a la novia, porque lo tocó cuando salía de un local, porque se le cerró porque otro carro había hecho lo mismo con usted y no tenía otra opción…
En lo personal, teniendo en entrenamiento en armas y la certeza del buen uso que haría de ellas en situaciones críticas, prefiero estar desarmado.
Muy importante el comentario de falsa seguridad: resulta que quien sabe portar un arma se siente menos seguro y trata de solucionar un conflicto, problema o crisis, por cualquier otro medio antes de recurrir al armamento. En cambio, quien no tiene la instrucción pertinente, desenfunda como en las películas de pistoleros y abre fuego sin la menor precaución y sin en rápido análisis correspondiente.
Gracias por sus comentarios.
septiembre 12, 2006 9:04 PM
Sistema Informativo Atrabilioso dijo...
NOTA DEL DIRECTOR A JAIME RUÍZ:
Seguramente en las próximas elecciones podremos ver en Colombia, copiado de Moore, a una acacia como candidata a la Cámara de Representantes.
Su argumento es muy válido sobre Colombia y Suiza. En cuanto a Estados Unidos, evidentemente lo que usted dice es cierto, marginalidad, xenofobia, racismo, etc., que serían los motivos para explicar, por encima, el incremento en el número de armas de fuego en manos de civiles.
Gracias por sus comentarios y aportes para este debate.
septiembre 12, 2006 9:04 PM
Jaime Ruiz dijo...
Perdón, SDI, esa leyenda de que a América se desplazó lo peor de España es falsa y funesta. Fue lo mejor de España, a tal punto que si fuera por librarse de la gente que no deseaban podrían haber creado una colonia de judíos y otra de moriscos y no tendrían que expulsarlos a potencias enemigas (el sultán turco dijo que le parecía muy estúpido el rey Fernando que le regalaba toda esa gente tan hábil y culta). Digamos que la degeneración de lo mejor de España proviene del aislamiento, de la esclavitud, del saqueo... De la acentuación de los peores vicios españoles por la falta de contacto con el resto de Europa.
Eso de los genes asesinos que siguen operando cinco siglos después es otro error penoso. Madame de Staël es una escritora suiza de 1800 que viajó a Alemania y se quedó fascinada por la sensibilidad y la cultura de esa gente pacífica: de ahí nunca saldría una guerra.
septiembre 12, 2006 9:20 PM
stella dijo...
El problema de la violencia en Colombia no la tienen las armas, el problema de la violencia en Colombia es de los que manejan las armas.
No hay que coger el rábano por las hojas. Estoy de acuerdo totalmente con el PRIMER comentario de Jaime Ruiz. (Al fin Don Jaime estamos de acuerdo en algo)
septiembre 12, 2006 10:12 PM
Pablo Núñez dijo...
Cultura de la violencia
La presencia de armas genera un clima de miedo que alimenta la percepción de inseguridad y lleva a demandar más armas.
Tener y utilizar armas es cada vez más habitual en nuestro país y en todo el mundo. Su poder es a la vez simbólico y real: no es preciso usarlas para que tengan efecto. Además su posesión resulta atractiva y acaba contaminando símbolos, actitudes, valores y creencias de las culturas.
Los grupos armados ilegales en Colombia se alimentan del narcotráfico para la compra de armas con las que posteriormente asesinan, secuestran y desplazan forzosamente a la población. Durante muchos años las Farc, el Eln y las nuevas Bandas Emergentes de delincuencia organizada, han cometido toda serie de crímenes y violaciones a los Derechos Humanos.
La enseñanza que dejan estos grupos terroristas a nuestros jóvenes, es la de armar sus corazones, mal educarlos para que la violencia hagan parte de sus vidas y llenarlos de odio contra la sociedad.
El calificativo de terroristas no lo hace la comunidad internacional por mero capricho o interés político, las Farc se lo ganaron y están en el primer lugar de la lista por las atrocidades que a diario cometen contra su propia Nación.
Es importante apoyar la labor que viene adelantando el Gobierno Nacional con los programas de desarme a nivel nacional y departamental y rechazar ante el mundo entero la violencia que han generado estos bandidos que se han vuelto como un cáncer para Colombia y el mundo.
septiembre 13, 2006 12:17 AM
Ernesto dijo...
Las armas que matan mas Colombianos no estam amparadas, o pregunteles a las FARC o todas aquellas personas que nos atracan y nos matan todos los dias.
septiembre 13, 2006 1:05 PM
Sergio Méndez dijo...
Atrabilioso:
A riesgo de parecer abogado del diablo (o de Jaime Ruiz) yo no estaría tan seguro que el control de armas sea una buena idea. El problema no son las armas sino quienes las usan. Es interesante ver como dos sociedades donde se permite que la gente tenga armas (Estados Unidos y Canada) tienen distintos niveles de violencia, tal como lo muestra Michael Moore en el documental Bowling for Colombunine. El problema no son las armas sino la cultura que se crea alrededor (en estados unidos es una culto a la violencia como solución a los problemas y el miedo, inculcado desde el racismo). Ud cita ejemplos de algunas ciudades con niveles elevados de violencia como L.A, pero también son ciudades donde existe muchisima regulación y control de armas.
Jaime Ruiz piensa que el desarme favorece a "los bandidos" (por lo que obviamente solo se refiere a la guerrilla). Yo pienso que favorece a todos los grupos que fungen de Estado (como la guerrilla o los paras) o al Estado mismo, que no me es de confianza tampoco. Y obviamente los unicos perjudicados son los ciudadanos del común.
septiembre 15, 2006 8:30 AM
Sistema Informativo Atrabilioso dijo...
NOTA DEL DIRECTOR PARA SERGIO MÉNDEZ:
Esta es una discusión interesante, porque entiendo perfectamente los motivos que usted enumera y me identifico con ellos.
Coincidimos en que el problema está en los portadores de armas. Fíjese que en las últimas horas, en una comparsa en Supía, una niña llevaba un viejo revólver que encontró en el báúl de los recuerdos en su casa... jugaron con el arma, se disparaban oprimiendo el gatillo entre los muchachos y de repente, una compañera recibió el mortal impacto de bala.
A lo que me refiero es que manejar un arma implica muchas cosas: el cuidado que se debe tener en casa, cómo dejarla en lugar seguro y sin posibilidades para que las utilice alguien que no tiene el entrenamiento, etc.
Y ni hablar del momento en que enfrentan una supuesta amenaza: si hemos visto miles de errores en gente adiestrada en el manejo de armas, ¿qué podemos esperar de civiles que solo requieren estar bien mentalmente y de saber oprimir el gatillo para recibir un salvoconducto?
Yo no estoy de acuerdo con la restricción... iría mucho más al fondo: prohibiría el porte de todas las armas, aunque esa es una posición si se quiere estúpida porque es una utopía.
Gracias por sus comentarios.
septiembre 15, 2006 9:51 AM