Las consecuencias de la reelección
29 mayo 2006
Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso
Si hay algo que debe primar en estos momentos en Colombia es la sensatez y la humildad. Con la primera se llega a la tolerancia frente a las generalizaciones que hacen aquellos que, de alguna manera, tienen que manifestar el dolor de la derrota.
Sin embargo, la humildad debe ser una actitud constante para evitar las tentaciones de la vanidad que aplasta a los que no lograron la victoria.
Por eso, el triunfo no puede transformarse en planteamientos absurdos que parezcan cuentas de cobro por las calumnias, los improperios y la guerra sucia.
Aquí no hay nada que cobrar. Los politólogos dirán que lo vivido en los últimos 60 días fue la consecuencia lógica de un proceso polarizado y estigmatizador, absolutamente coherente con la realidad nacional.
El llamado a la humildad debe llegar, por ejemplo, al senador electo Armando Benedetti, quien salió a pedir la renuncia de todos los ministros para que dejaran en libertad al Presidente de recomponer su gabinete para los próximos cuatro años de gestión.
Eso no suena bien, pues queda la sensación de que aquellos dirigentes que apoyaron a Uribe, inmediatamente se conocieron los resultados, comenzaron a hacer cuentas clientelistas sobre ministerios y otras cuotas burocráticas.
La propuesta la justificó Benedetti en que así se evitarían los tres meses de interinidad, de ausencia de decisiones, cuando hay la transición presidencial. Pero es una mala justificación, porque además de no existir la transición, quien ganó fue Uribe y él es quien tiene la potestad de elegir a su equipo de trabajo.
Entonces, las declaraciones de Benedetti son prepotentes y soberbias, pues son una manifestación de ajuste de cuentas que no resulta benéfica para el país.
Entonces, mientras algún sector del uribismo no deja enfriar los escrutinios para presionar las componendas, la izquierda asume la misión encomendada en las urnas: Yo no veo al Polo pidiendo puestos, ni prebendas… obviamente no las aceptarán en el marco de la dignidad que promulgan. Por el contrario: esperamos ver al Polo ejerciendo una verdadera oposición, por primera vez en el país.
Ese fue el mandato que la democracia dictaminó: una oposición juiciosa, RESPONSABLE, con propuestas y planteamientos alternativos, crítica y escudriñadora, pero no OBSTACULIZADORA, porque finalmente la misión les fue encomendada y no pueden ser inferiores a semejante mandato.
Es que las elecciones del domingo demuestran que en lo político no hay derrotados. Por el contrario: todos los sectores van a aprender valiosas lecciones de la jornada, tomarán apuntes ya en frío y aspiro a que asuman el papel que les ha concedido la democracia.
Es más: la participación en la vida política de los sectores que no alcanzaron el triunfo hace que Colombia haya ganado, pues su presencia y sus propuestas (así deban concretarse y aterrizarse para hacerlas viables) enriquecen la democracia y hacen presagiar que el país está creciendo políticamente.
En ocasiones, claro está, las lecciones se aprenden con duros golpes:¿Alguien en el Partido Liberal no estará pensando en la renovación? Es un hecho ratificado ya en dos elecciones: la gente quiere caras y propuestas nuevas y van a castigar para siempre a Ernesto Samper Pizano.
En este sentido, el liberalismo no conservó su lugar porque no quiso renovarse, porque prefirieron las propuestas populistas a programas de gobierno que pudieran capturar o retener sus votos.
En este sentido, hay una pregunta que ronda a varios dirigentes liberales: ¿el Polo sería hoy el partido opositor si el liberalismo hubiese tenido a Rafael Pardo como candidato?
En cuanto a Mockus, como siempre resulta una incógnita, pues debe tener claro que si quiere ser presidente, va a tener que replantear sus estrategias y comenzar a trabajar, desde ya, en su propuesta de centro como una alternativa interesante para el electorado… y él sabe que lo puede hacer, pero continuando con el trabajo, difundiendo sus ideas y obviamente recibiendo la colaboración de los medios que creemos en él y en sus propuestas.
En cuanto al uribismo, la tarea es enorme para continuar sintonizado con el deseo de las mayorías. En esto, uno de los asuntos sustantivos es abordar VISIBLEMENTE el tema social, pues de hecho el gobierno Uribe asumió esa responsabilidad con los recursos disponibles, pero en un país con tantas y tan urgentes necesidades, todo lo que se haga resulta poco y lo que se deje de hacer se ve bajo una lente de aumento.
De igual forma, el uribismo debe asumir la crítica constructiva como una constante, pues nada mejor para la democracia y para el futuro del país, que señalar las debilidades para convertirlas en fortalezas.
Si hay algo que debe primar en estos momentos en Colombia es la sensatez y la humildad. Con la primera se llega a la tolerancia frente a las generalizaciones que hacen aquellos que, de alguna manera, tienen que manifestar el dolor de la derrota.
Sin embargo, la humildad debe ser una actitud constante para evitar las tentaciones de la vanidad que aplasta a los que no lograron la victoria.
Por eso, el triunfo no puede transformarse en planteamientos absurdos que parezcan cuentas de cobro por las calumnias, los improperios y la guerra sucia.
Aquí no hay nada que cobrar. Los politólogos dirán que lo vivido en los últimos 60 días fue la consecuencia lógica de un proceso polarizado y estigmatizador, absolutamente coherente con la realidad nacional.
El llamado a la humildad debe llegar, por ejemplo, al senador electo Armando Benedetti, quien salió a pedir la renuncia de todos los ministros para que dejaran en libertad al Presidente de recomponer su gabinete para los próximos cuatro años de gestión.
Eso no suena bien, pues queda la sensación de que aquellos dirigentes que apoyaron a Uribe, inmediatamente se conocieron los resultados, comenzaron a hacer cuentas clientelistas sobre ministerios y otras cuotas burocráticas.
La propuesta la justificó Benedetti en que así se evitarían los tres meses de interinidad, de ausencia de decisiones, cuando hay la transición presidencial. Pero es una mala justificación, porque además de no existir la transición, quien ganó fue Uribe y él es quien tiene la potestad de elegir a su equipo de trabajo.
Entonces, las declaraciones de Benedetti son prepotentes y soberbias, pues son una manifestación de ajuste de cuentas que no resulta benéfica para el país.
Entonces, mientras algún sector del uribismo no deja enfriar los escrutinios para presionar las componendas, la izquierda asume la misión encomendada en las urnas: Yo no veo al Polo pidiendo puestos, ni prebendas… obviamente no las aceptarán en el marco de la dignidad que promulgan. Por el contrario: esperamos ver al Polo ejerciendo una verdadera oposición, por primera vez en el país.
Ese fue el mandato que la democracia dictaminó: una oposición juiciosa, RESPONSABLE, con propuestas y planteamientos alternativos, crítica y escudriñadora, pero no OBSTACULIZADORA, porque finalmente la misión les fue encomendada y no pueden ser inferiores a semejante mandato.
Es que las elecciones del domingo demuestran que en lo político no hay derrotados. Por el contrario: todos los sectores van a aprender valiosas lecciones de la jornada, tomarán apuntes ya en frío y aspiro a que asuman el papel que les ha concedido la democracia.
Es más: la participación en la vida política de los sectores que no alcanzaron el triunfo hace que Colombia haya ganado, pues su presencia y sus propuestas (así deban concretarse y aterrizarse para hacerlas viables) enriquecen la democracia y hacen presagiar que el país está creciendo políticamente.
En ocasiones, claro está, las lecciones se aprenden con duros golpes:¿Alguien en el Partido Liberal no estará pensando en la renovación? Es un hecho ratificado ya en dos elecciones: la gente quiere caras y propuestas nuevas y van a castigar para siempre a Ernesto Samper Pizano.
En este sentido, el liberalismo no conservó su lugar porque no quiso renovarse, porque prefirieron las propuestas populistas a programas de gobierno que pudieran capturar o retener sus votos.
En este sentido, hay una pregunta que ronda a varios dirigentes liberales: ¿el Polo sería hoy el partido opositor si el liberalismo hubiese tenido a Rafael Pardo como candidato?
En cuanto a Mockus, como siempre resulta una incógnita, pues debe tener claro que si quiere ser presidente, va a tener que replantear sus estrategias y comenzar a trabajar, desde ya, en su propuesta de centro como una alternativa interesante para el electorado… y él sabe que lo puede hacer, pero continuando con el trabajo, difundiendo sus ideas y obviamente recibiendo la colaboración de los medios que creemos en él y en sus propuestas.
En cuanto al uribismo, la tarea es enorme para continuar sintonizado con el deseo de las mayorías. En esto, uno de los asuntos sustantivos es abordar VISIBLEMENTE el tema social, pues de hecho el gobierno Uribe asumió esa responsabilidad con los recursos disponibles, pero en un país con tantas y tan urgentes necesidades, todo lo que se haga resulta poco y lo que se deje de hacer se ve bajo una lente de aumento.
De igual forma, el uribismo debe asumir la crítica constructiva como una constante, pues nada mejor para la democracia y para el futuro del país, que señalar las debilidades para convertirlas en fortalezas.
9 comentarios
m t dijo...
Me parece que el presidente Uribe merece tomarse unas cortas vacaciones, asi pues ve a los que se peleen a puño, ojala limpio, los posibles puestos.
De acuerdo con el comentario sobre la reorganizacion del personal del PL, y lo positivo que seria el aporte de personajes como Pardo, Mockus, y demas.
Los lideres tambien tienen derecho a satisfacer necesidades basicas con mas o menos tranquilidad, como todo ser humano, como eso de respirar con tranquilidad por siquiera unas horitas.
Pero bueno, y de nuevo, felicitaciones tanto a uribistas como oposicion, buen trabajo, y los abstencionistas que se muerdan el.... jaja, yo estoy super contenta y me siento generosa, asi es que le cedo el puesto que me gane al que gane la pelea... jajaja
mayo 30, 2006 12:15 AM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A MARY T:
No guardo la menor esperanza en que Uribe se tome unas vacaciones... otros lo haremos por él, encantados, en los próximos días.
Me alegra enormemente su alegría.
Un abrazo.
mayo 30, 2006 12:20 AM
El usuario anónimo dijo...
Bastion.
aaaaaay Papá esta columna de opinión me dejo por fuera los pronunciamientos de los Candidatos perdedores que además de agresivos se mostraron mezquinos con el País, todavía escucho los coros en la sede del Polo que le gritaban al Presidente ¡Uribe Paramilitar aquí el terrorista es Usted! Cada vez que su líder hacia los gestos con p’alabras o muecas en contra del Presidente reelecto, frases como cuando el triunfo es ruidoso sin merecimiento……blaaaa, las actitudes de Serpa y Mockus no fueron de buenos perdedores tampoco y peor fue la actitud el mocoso de Mockus que no solo sorprendió sino que también termino cepillando a los asesinos del Polo con aseveraciones que no cuajan y nunca lo harán, mas prepotentes que los de la Izquierda en Colombia no hay ¿no recuerda como se comporto Garzón cuando tan solo saco el 6% de los votos en las elecciones del 2002? Y el anciano salio pegando mas bajo todavía.
Así que Señor Columnista trate de ser mas objetivo en sus próximas opiniones por que con esa suavidad a favor de unos y dureza en contra de otros me esta sacando de quicios desde hace rato.
mayo 30, 2006 1:52 PM
El usuario anónimo dijo...
ahora quien se aguanta la habladera de lo mismo por lo que queda del mes y del mes siguiente.
si ganó Uribe y ahora que?
mayo 30, 2006 3:01 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A BASTIÓN:
Tendremos en cuenta sus comentarios para futuras notas.
Muchas gracias.
mayo 30, 2006 4:26 PM
DieGoth dijo...
A Bastión le gusta darle palo a la izquierda sin compasión. Y secundo su observación. ¿Se la merecen?
mayo 30, 2006 6:29 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A DIEGOTH:
Esto, mi querido Diegoth, es la cuerda floja... tratar de guardar el equilibrio muchas veces resulta poco estimulante.
Sin embargo, me molestó muchísimo la actitud de Benedetti, saliendo a cobrar por ventanilla el triunfo que le pertenece a Uribe.
Yo quiero darle un tiempo de espera a la izquierda para ver si son capaces de responder al reto de ser una verdadera oposición, o si se van a quedar en lo mismo de siempre, con los mismos discursos y con LOS MISMOS APOYOS.
Además, con los días se irá aclarando el panorama sobre los votos que obtuvieron y su procedencia y con el tiempo se verá que el deslizamiento funciona en doble vía... hoy por Gaviria, mañana ¿por Pardo, o por Rivera?.
Hay que esperar, porque lo que va demostrándose con el paso de las horas es que la satisfacción del segundo lugar es solo una más de las maravillas virtuales que vendió Gaviria Díaz.
Gracias por sus comentarios.
mayo 30, 2006 7:17 PM
Gmar dijo...
¿Conforman los votantes del Polo un partido con identidad, coincidencia de ideas y derrotero común? Yo lo dudo. Por Gaviria votaron personas de todas las pelambres, y tendencias. Incluso votantes con ideas conservadoras que ni siquiera alcanzaron a comprender cual era la tendencia de Gaviria. De los votantes por el Polo, sólo un 60% , o menos, lo hizo por convicción ideológica.
No olviden que una gran cantidad de votantes simplemente se guía intuitivamente por el rostro del candidato, y en eso Gaviria les gana a todos pues su rostro bonachón de Papá Noel o viejito buena gente, atrae simpatías. Otros no deseaban votar ni por Uribe ni Serpa y lo vieron como opción sin saber que piensa ni cual es su posición ideológica.
El Polo como partido es una cosa y los votantes por Gaviria son otra., al igual que el uribismo, es una mezcolanza heterogénea. Por lo tanto no es acertado decir que el Polo es el “partido” mayoritario. Probablemente dentro de 4 años, un 40% de esos votantes lo haga por un candidato diferente al del Polo.
mayo 30, 2006 7:53 PM
Atrabilioso dijo...
NOTA DE LA DIRECCIÓN A GMAR:
A mi, en un primer momento, me parece que el único partido que llegó "consolidado", por lo menos con unidad de campaña, fue el Polo.
Esto en cuanto a la agrupación política en si, pues coincido con usted en que tienen una masa de votantes deslizados, cuya fidelidad puede ser bien discutible y será motivo de otra frustración futura para algunos de los recalcitrantes seguidores de esa tendencia política.
Lo que ocurre es que a Uribe lo apoyaron varios partidos que hicieron coalición en torno a una persona, pero sabemos también que esa coalición puede variar en cualquier momento. Esto en el Polo no me resulta tan evidente, pues veo dos vertientes en ese partido, una de las cuales consiguió ubicar a Gaviria como la opción.
Claro que este asunto merecerá una mayor profundización, cuando la distancia permita mirarlo sin tanto ruido que aún están generando.
Gracias por sus comentarios.
mayo 30, 2006 10:36 PM